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Número 26º - Marzo 2.002


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ENTREVISTA A BORIS BERMAN


Boris Berman

Entrevista realizada por Daniel Mateos Moreno. Lee su Curriculum.

¿Qué opinión le merece la Orquesta Filarmónica de Málaga, con la que acaba de tocar el concierto nº3 de Bartók?
Estoy muy sorprendido de escuchar una orquesta tan buena. Es realmente una gran orquesta, con muy buenos intérpretes y muy buena afinación. Ayer escuché en la segunda parte del concierto unos preciosos solos de instrumentos de esta orquesta, con mucha claridad y precisión. Yo no esperaba una orquesta tan buena, por eso estoy sorprendido.

¿Cómo empezó con la música, había una tradición musical en su familia?
No. Mi madre tocaba un poco, pero nada serio. Simplemente mostré interés por la música y mis padres me buscaron un profesor. Empecé con 7 años.

Usted ha recibido la tradición musical rusa de Lev Oborin, ya que ha sido alumno suyo. ¿Qué puede contarnos de una figura tan relevante en el piano ruso?
Oborin era un fantástico músico y un fantástico pianista. Cuando empecé a estudiar en el conservatorio de Moscú, todos los profesores eran muy buenos, grandes pianistas, pero Oborin se distinguía de todos ellos porque era un músico con una extensa cultura y además él conocía muchas otras cosas a parte del piano: era compositor, e incluso confesó que prefería la compañía de los compositores antes que la de los pianistas. Leía muchísimo. Esto le hacía un profesor muy "inspirador". Además, era un profesor muy interesante porque no hacía nunca advertencias o declaraciones arrebatadoras, así que en ningún momento te decía "debes hacer esto"; más tarde he leído lo que otros estudiantes escribieron acerca de él, y me he percatado que lo que ellos recuerdan de Oborin es precisamente lo que yo enseño a mis alumnos, así que conseguía transmitir sus conocimientos de una manera especial. A diferencia de otros músicos rusos que cultivan un tipo de emociones exageradas e ilimitadas, Oborin era más equilibrado, más clásico, diría yo. Puede que como el propio Rachmaninoff, y no como muchos de los actuales intérpretes de Rachmaninoff.

¿Piensa que el Conservatorio de Moscú es actualmente tan relevante como lo fue en el pasado?
Yo no voy a Moscú, así que no sé nada de lo que está ocurriendo actualmente en el Conservatorio de Moscú. Lo único que puedo decir es que mucha gente que estaba dando clases en el Conservatorio de Moscú lo ha abandonado, y mucha gente que da actualmente clases en Moscú simplemente no están nunca en Moscú, porque me los encuentro por todo el mundo; no se les puede criticar, ya que necesitan ganar algo de dinero. Los profesores del Conservatorio de Moscú están constantemente ocupados dando clases por todo el mundo, así que no sé cuánta educación reciben los estudiantes en Moscú. Éstas son observaciones de un observador externo, ya que vivo en U.S.A. Probablemente es injusto preguntar esto, porque todos los grandes nombres que me dieron clases ya están fallecidos, y son figuras inspiradoras para la juventud. Simplemente, no sé demasiado del conservatorio de Moscú en la actualidad.

Usted ha grabado y tocado un extenso repertorio para los sellos discográficos más representativos (Philips, Deutsche Gramophon, Naxos, Chandos, etc.). ¿Qué compositor se siente más agusto tocando, cuál es su especialidad?
Prefiero no sentir que tengo una especialidad concreta. Por supuesto, tengo algunas afinidades, pero incluso estas afinidades cambian. Generalmente, debería decir que programo habitualmente una serie de compositores como Mozart, Beethoven, Haydn, Brahms, Chopin, Debussy, y compositores del Siglo XX como Stravinsky, Bartók, Prokofiev, Shostakovich, y además nuevas músicas del Siglo XX. Cambio muy a menudo mi repertorio; por ejemplo, acabo de tocar el 3º de Bartók y en 10 días tengo que tocar el 2º en Alemania. Más tarde, en Australia tocaré el segundo de Brahms. Prefiero tener un amplio repertorio porque es mucho más interesante.

¿Qué principales diferencias encuentra usted entre los pianistas de hoy día y los antiguos Rachmaninoff, Rubinstein, Cortot, Horowitz, etc.?
Es difícil de decir. Puedes decir, por supuesto, que el concepto de sonido y de virtuosidad ha cambiado desde entonces. Pienso que el actual modo de expresión ha cambiado. Si escuchamos una grabación de Cortot o Schnabel, y sabemos que son Cortot y Schnabel, pensamos: "qué interesante, qué maravilloso". Si escucháramos estas grabaciones sin saber que son de Cortot o Schnabel, pensaríamos que se trata de algún joven pianista que toca terriblemente y con muchos fallos. No porque no fueran grandes pianistas, de hecho eran grandes pianistas, pero la manera de expresarse cambia con cada generación. Existe un concepto actual del que la gente habla mucho: "la autenticidad", "actuaciones auténticas". Sin embargo, solemos olvidar que el concepto de autenticidad cambia con el tiempo. Si cogemos a alguien como Schanbel o Clara Haskel, que en su época eran los modelos del Mozart o Beethoven Auténtico, y los comparamos con Radu Lupu o Marie Pray, quienes también bajo nuestro punto de vista representan los pianistas clásicos, ¡tienen puntos de vista muy diferentes! Porque lo que ellos identifican con el verdadero Mozart y el verdadero Beethoven es muy diferente de la generación anterior. Por tanto, creo que la cuestión es que cada generación encuentra en estos grandes compositores algo que particularmente encaja con esa particular generación. Eso es lo que hace la diferencia: por ejemplo, tomemos a Bach. ¿Qué era importante para los intérpretes de Bach a principios de siglo XX? Probablemente la grandiosidad, el aspecto filosófico o religioso, las transcripciones al estilo Busoni. Entonces vino la generación de Wanda Landowska y luego la de Backhaus, que vinieron junto con grandes cambios en la composición musical (Hindemith, Stravinsky, etc.). ¿Qué era importante para esta segunda generación de intérpretes de Bach? La claridad, la estructura, sin exageraciones, equilibrio sin gran romanticismo. Mientras que para la generación anterior las composiciones claves de Bach eran las grandes obras para órgano, o incluso la Pasión según San Mateo, para esta nueva generación lo importante era "el arte de la fuga" o "el clave bien temperado". Si observamos la generación actual, por ejemplo a Andras Schiff, ¿Qué es importante para ellos? Luminosidad, donaire, flexibilidad. ¿Qué piezas les interesan? Partitas, suites inglesas y francesas. Entonces, ¿Qué es lo más importante de Bach, o mejor dicho, qué Bach es el más importante? No podemos contestar porque todos son grandes músicos y todos eran grandes intérpretes de Bach, pero cada generación es atraída por una cara diferente de los grandes compositores.

Con cada obra de arte, podemos decir cosas como: ¿Por qué nadie escribe como Tolstoi? Olvidamos que en tiempos de Tolstoi había cientos de escritores que han desaparecido del recuerdo. Estamos en el proceso de elegir quién quedará y quién desaparecerá. También es cierto que en nuestra generación las grabaciones son muy abusivas en el sentido de que todo el mundo graba, todo el mundo escucha muchas grabaciones, todo el mundo viaja, todo el mundo estudia con profesores de todo el mundo... esta es la razón de que se haya alcanzado un consenso que no había en las generaciones anteriores a la hora de interpretar la música. Esto en algunos casos es para bien y en otros para mal. Actualmente nadie puede permitirse tocar notas falsas. A este respecto, recuerdo cuando grabé la 5ª sonata de Scriabin: tuve la impresión de que esta pieza sólo podía tocarse o con el espíritu correcto o con las notas correctas, pero no ambas cosas a la vez. Si escuchas la grabación de Richter es fantástica pero sin embargo llena de notas erróneas (increíblemente). Cuando lo grabé, sentí que no podía permitirme dar notas falsas, así que mi grabación es mucho más cuidadosa, lo sé, pero no podemos tomar estos riesgos actualmente.

Los intérpretes de antes hablaban en otro "lenguaje" cuando hacían música. Es lo mismo que cuando vas al cine y ves películas antiguas. Es una manera diferente de expresar emociones.

¿Cuáles son sus ídolos en el piano?
No tengo. He de decir que, al dar clases, escucho muchísimas grabaciones. Para mi placer personal, prefiero escuchar a cantantes, cuartetos de cuerdas, pero no a pianistas. Pienso que es mucho más estimulante para mí que escuchar más piano.

¿Sabemos que le gusta dar clases, pero lo hace como un hobby o es una necesidad económica?
Es una necesidad económica. Aunque no necesitara dar clases para mantenerme, ¿pararía de dar clases? No, porque yo lo encuentro muy satisfactorio. Tengo mucha suerte de trabajar en Yale con estudiantes de muy alto nivel. Hemos completado recientemente las audiciones de nuevos alumnos para el próximo año. Necesitamos escoger 13 personas, y tenemos solicitud de 120 personas; aproximadamente, tenemos que escoger 10 personas. Todos son fantásticos pianistas de todo el mundo. Me divierto dando clases a estos pianistas. Cada uno es diferente, tiene una personalidad propia y un punto de vista característico. Debo decir que me divierto con ellos como seres humanos. Muchos de mis alumnos mantienen contacto conmigo mucho después de haber terminado de trabajar conmigo. Me actualizan sobre sus eventos y su vida profesional y privada. Es muy satisfactorio porque la profesión del pianista es un tipo de profesión solitaria. Todo lo tienes que hacer por ti mismo; incluso cuando tocas con orquesta, sólo dispones de uno o dos ensayos, no hay tiempo para más. Al mismo tiempo, estoy muy contento de no ser un profesor que sólo da clases, sino que tengo mi propia vida profesional. Es muy fácil ver a profesores que caen en la tentación de plasmar sus ambiciones en sus estudiantes, lo cual no es sano ni para los estudiantes ni para los profesores. Por tanto, creo que soy mejor profesor porque soy concertista, y soy mejor concertista porque soy profesor.

¿Qué cuestión principal transmite a sus alumnos?
Nosotros como intérpretes no creamos nada nuevo, sino recreamos algo que fue compuesto antes. No sólo el respeto a la partitura, sino respeto a la obra que tocas, sabiendo que cada persona encuentra cosas diferentes en cada obra. Incluso la más compleja partitura no puede registrarlo todo. El respeto a la partitura es sólo el principio. Es el respeto al espíritu de la pieza. Básicamente la idea es que no tocamos para nosotros mismos; digamos que al tocar Mozart, tocamos nuestra visión de Mozart, y eso es lo que hace nuestra interpretación especial y relevante, necesaria, lo que justifica que toquemos Mozart después de que lo hayan tocado ya cientos de personas. Cada uno define lo que cree importante de Mozart, y al tocarlo lo comparte con la audiencia.

Antes de ayer tuvo lugar el día internacional de la mujer. Muchas compositoras han ocupado un papel secundario en bien de la carrera de sus maridos o familiares, como por ejemplo Clara Schumann, Alma Mahler, Fanny Mendelssohn, etc. ¿Es este su caso?
Mi mujer no toca el piano. Pienso que en cada matrimonio, si hay una carrera sólida de alguno de los miembros, entonces probablemente la otra persona debe ocuparse de que la vida es normal y va fluyendo. Es difícil mantener un matrimonio con dos carreras. En mi caso particular, mi mujer es científica y ella tiene su propia carrera, aunque no la sigue con tanto empeño vigoroso como yo con mi carrera. Pienso que es incluso bueno que tengamos ocupaciones diferentes.

¿Cuáles son sus futuros proyectos?
Como dije antes, en 10 días voy a tocar el 2º concierto de Bartók que es la pieza más difícil.

¿Más difícil que la segunda sonata de Rachmaninoff?
No toco la segunda sonata de Rachmaninoff, esta pieza no me interesa. Pero el segundo concierto de Bartók me interesa. Es una pieza fantástica y muy difícil, ya la he tocado en otras ocasiones. Tengo compromisos en Suecia, Inglaterra y Australia. Tengo proyectos divertidos como por ejemplo grabar un disco de Ragtimes de Scott Joplin. También tengo varios festivales donde tocaré y daré clases en Francia, Italia e Inglaterra para este verano. Estos son mis futuros proyectos, pero siempre hay cosas inesperadas, como por ejemplo este concierto que acabo de dar en Málaga. Me siento "hispanófilo"; me encanta venir a España en cada oportunidad que tengo. Me gusta algo más que el clima: me gusta el país, me gusta su gente, el espíritu del país, adoro el arte español y el flamenco e intento escuchar flamenco cantado. Me siento más atraído por el cante flamenco que por la danza flamenca, aunque también me gusta bailar.

He viajado mucho por españa y me encanta; aún hay muchas esquinas de este país que no he explorado. Estoy esperando cada oportunidad que tengo para volver a España.

Muchas gracias por su amabilidad, cordialidad, y por las opiniones tan interesantes que ha compartido con nosotros mientras tomábamos un café.