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GEORGE CRUMB EN MADRID Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum.
George
Crumb y Federico García Lorca. Light of the four Moons (1969), Ancient
Voices of Children (1970), Songs, Drones and Refrains of Death (1968). Linda
Mirabal (soprano), Carlos Lozano (barítono) y Ángela Guerrero (voz
infantil). Orquesta Proyecto Guerrero. Director: José de Eusebio.
Auditorio Nacional de Madrid, 7 de febrero de 2002. El Proyecto Guerrero ha tenido un gran acierto al ofrecer en concierto las canciones que George Crumb (Charleston, Virginia, 1929), uno de los más grandes compositores norteamericanos, compuso hace treinta años con versos de Federico García Lorca. Son unas piezas exquisitas en las que la música subraya los textos. Lo hace con una imaginación tímbrica desbordante, de tal manera que se trasciende cualquier posible subordinación de la música a la literatura. La voz es palabra, pero también es música y Crumb la utiliza en registros que van desde el susurro al grito, pasando por el canto en perfecta simbiosis con efectos sonoros sorprendentes, obtenidos de muy diversos instrumentos. La fantasía sonora de Crumb es enormemente y presta una gran atención a las resonancias y a los silencios. Su música es enormemente sensual, pero también profunda, que apela a la inteligencia gracias a una refinada ironía, a citas abundantes y a elementos teatrales. Los componentes del Grupo Guerrero supieron captar y transmitir la gracia y sutileza de estas piezas, con acierto desigual pero siempre grande. La sonorización y colocación de los altavoces fue el único detalle desafortunado del concierto, e incluso uno de ellos acabó en el suelo. El director José de Eusebio, que ha cosechado un reciente, inmenso y merecido éxito con la recuperación y grabación de la ópera Merlín de Albéniz, dirigió con seguridad creciente a lo largo de esta velada. Los cantantes se entregaron en unas interpretaciones que requirieron mucho más que cantar. Linda Mirabal triunfó con sus espléndidos recursos vocales y Carlos Lozano supo descubrir con su talento el dramatismo necesario. La niña Ángela Guerrero aportó con su voz infantil un punto conmovedor y demostró poseer unas excelentes condiciones musicales. El compositor estaba en la sala y recibió el cálido homenaje de un público cualificado, compuesto a partes iguales por aficionados y profesionales. El aplauso premió no solo el recital, sino la aportación del conjunto de su obra. Este concierto ha supuesto un nuevo logro del Proyecto Guerrero, que cuenta con unos excelentes músicos, con unos criterios de programación acertados y con un público cada día más fiel y agradecido.
Próximos
conciertos de “Música de hoy. La escena imaginaria” 5
de marzo
Luci mie traditrici ópera de
Salvatore Sciarrino.
Proyecto Guerrero. Director: José Ramón Encinar 23
de marzo
Sol de invierno, ópera de David del Puerto, Tiento
de Jesús Torres, Les guetteurs de Sons de Goerges Aperghis.
Grupo Drumming. Director: Miguel Bernat
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