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Número 27º - Abril 2.002


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SPY GAME - Harry Gregson Williams - 2001

Por Pablo Nieto Jiménez.           

Sin duda alguna, SPY GAME ha sido una de las películas más trepidantes y entretenidas del año pasado. En ella, se narra la historia de un mítico espía de la CIA a punto de jubilarse (Robert Redford), que decide hacer su último trabajo en favor de un viejo amigo en apuros (Brad Pitt), a pesar de la oposición y el doble juego de los altos mandamases de la CIA.

Rodada a modo de flashback que se desarrolla en distintas épocas importantes para el mundo del espionaje, SPY GAME es una nueva prueba del buen hacer de Tony Scott, un director que aún sigue luchando por quitarse el cartel de "Rey del Videoclip" que algunos le colocaron en sus tiempos de Top Gun o Días de Trueno.

Es cierto que su forma de rodar, sus vertiginosos planos y su acelerado montaje esta muy cercana a la estética del Video-clip, pero no es menos cierto que en los últimos años la calidad de películas como Amor a Quemarropa, Marea Roja o Fanático demuestran que en el fondo, sus historias y la forma de contarlas también son interesantes.

Para esta nueva película, Tony pensó en su viejo amigo Hans Zimmer para componer la banda sonora, pero como ya ocurriera con Enemigo Público, el compositor alemán tuvo que bajarse del proyecto antes de empezar. Esta vez, la culpa la tuvo el propio hermano de Tony, Ridley, el cual consiguió convencerle para que se "enrolase" en las filas de su Black Hawk Derribado. Eso sí, como ya ocurriera en Enemigo Público Zimmer recomendó a su "alumno" Harry Gregson Williams como el compositor ideal para película. Pero mientras que en Enemigo Público, este tuvo que compartir cartel con Trevor Rabin, en Spy Game ha tenido la suerte de firmar el solito la banda sonora.

Adentrándonos ya en análisis musical de Spy Game, hay que partir diciendo, que si hay algo que destaque con luz propia en este trabajo, es la Diversidad estilística del mismo. Es un 'score' que se adapta a todas y cada una de las épocas y lugares en los que se desarrolla la acción. Un auténtico 'Tour de Force' de estilos musicales, principalmente en el campo de la música étnica. Eso sí, que nadie espere un formato puro de la misma. Gregson Williams se encarga de fusionar los instrumentos típicos de cada región con los trepidantes ritmos de los sintetizadores, dotándolos de un tempo realmente sorprendente.

En los temas "Su-Chou Prison" y "Back at Su-Chou Prison" se potencia el uso de música china, con un destacado empleo de las percusiones y coros. En "Red Shirt" es la música vietnamita la que hace acto de presencia. Para los temas desarrollados en Beirut, como "Beirut, a War Zone" o "All Hell Breaks Loose", Gregson Williams adopta una fórmula similar, en cuanto al empleo de coros norteafricanos y aceleradas percusiones, a la ya utilizada por Lisa Gerrard y Pieter Bourke en su tema "Tempest" para la película El Dilema (tema con el que se abre esta genial película de Michael Mann). En Black Hawk Derribado, también podemos encontrar algunos referentes con los que relacionar esta parte de la 'score' de Gregson Williams (el titulado "Hunger" sería un buen ejemplo).

Para las secuencias ambientadas en la Berlín dividida de Occidente por ese fatídico, y por suerte derruido muro de represión, Harry Gregson Williams adopta una posición bastante opresiva. En "Berlín" Un triste piano, que poco a poco se va incrustando en un dramático uso de las cuerdas.

Como contraposición a estos temas, y demostrando así el titánico trabajo realizado, nos encontramos con una serie de cortes donde el 'tecno', el 'progressive' o incluso el 'rave' hacen acto de aparición. Magnífica su utilización en las secuencias en las que mediante un plano aereo se sigue al coche de Robert Redford en su camino hacia el cuartel de la CIA. En los temas "Muir Races to Work" o al final del titulado "Operation Dinner Out". Otro corte igualmente destacado es el titulado "Training Montage", utilizado para describir las enseñanzas del Maestro Redford al alumno Pitt en una fría y peligrosa Berlín.

Si es SPY GAME una de las mejores bandas sonoras del año pasado, gran parte de este éxito deberíamos atribuírselo al emotivo y desgarrador tema central compuesto por Gregson Williams. Un tema que toma como referencia el personaje de Brad Pitt, y que es usado tanto para describir su historia de amor con la joven enfermera exiliada en Beirut (Catherine McComarck), como para reflejar la honda amistad y el cariño que el personaje de Redford aún siente hacia él. Aunque en "Red Shirt" podemos encontrar una primera versión del mismo, no es hasta el corte titulado "My Name is Tom" cuando este se nos presenta en su verdadera dimensión. Y esta no es otra que una hermosa melodía desarrollada orquestalmente por medio de cuerdas, con diferentes inclusiones corales, como es el tierno lamento (en latín) de un niño, así como una serie de crescendos realmente inspirados.

En el tema "Operation Dinner Out" este mismo tema, ahora en su versión más emotiva (y definitiva) vuelve a hacer acto de aparición, fundiéndose, como ya hemos mencionado anteriormente, con un tema mucho más "cañero", acorde con ese fantástico final en el que Redford se vuelve a casa tan tranquilo en su descapotable, tras haberse "pitorreado" en la cara de los grandes cerebros de la CIA.

Los títulos de crédito de la película, son dos curiosos 'remix' de temas de Harry Gregson Williams, titulados "Spies" y "Dinner Out". En cualquier otra banda sonora habrían desentonado, pero en esta, creo que su inclusión esta más que justificada. Eso sí, no sé porque han tenido que contratar a dos Dj´s, cuando el propio Harry podría haberse encargado de realizar estos 'remixes'.

En resumen, si alguien busca emociones fuertes musicalmente hablando, y sobretodo disfrutar con uno de los nuevos talentos del mundo de la banda sonora, SPY GAME es su disco.