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Número 27º - Abril 2.002


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IRSE DE MARCHA CON FUCIK

Por Angel Riego Cue. Lee su Curriculum.

          

El nombre de Julius Fucik (1874-1916) seguro que es desconocido para la mayoría de la gente, aunque una de sus composiciones sí le sonará familiar a todo el mundo, pese a que quizá no conozca su nombre: nos referimos, claro está, a la marcha Entrada de los Gladiadores, que al escucharla hoy día se asocia inmediatamente más con música de circo, con sus trapecistas y sus domadores, que con la antigua Roma.

Fucik es recordado en la actualidad casi exclusivamente por marchas como la mencionada Entrada de los Gladiadores o la Marcha Florentina, habituales en el repertorio de las bandas de música, pero en realidad cultivó otros géneros dentro de la música "ligera" de su tiempo, como el vals o la opereta. Los aficionados a este repertorio (es decir, a la familia Strauss, Suppé o Lehar) encontrarán de interés el compacto que ahora reedita Teldec, un recorrido por la obra del compositor checo publicado originalmente en 1972.

El disco comprende 3 marchas (las dos antes mencionadas y la Marcha Herzegovina, op. 235), dos valses (Donausagen o Sagas del Danubio, op. 233 y el más ambicioso Winterstürme o Tormentas de Invierno, vals de concierto op. 184, nada que ver con la escena del mismo nombre de La Walkyria de Wagner), la polca rápida Der alte Brummbär (El viejo gruñón) op. 210 y la obertura Marianella op. 215. En general, Fucik se muestra como un digno continuador de la tradición "vienesa" de este tipo de música, y en algunas obras como el citado Winterstürme alcanza el vuelo por encima de la media en su género.

Parece difícil encontrar unos intérpretes más idóneos para estas piezas que los músicos de la Filarmónica Checa, que las interpretan todos los años en los Conciertos de Carnaval (una especie de equivalente de los vieneses de Año Nuevo). Podrá pedirse una orquesta de mayor virtuosismo técnico (por ejemplo, unos metales más perfectos, sin que su actuación aquí sea tampoco motivo de queja), pero no una que comprenda mejor el "idioma" del autor. Y qué mejor director para esta música que el titular de la Filarmónica Checa durante más de treinta años, Vaclav Neumann (1920-95), uno de los directores "clásicos" que más se ha interesado por este repertorio checo "ligero", como lo demuestra que aparte de este disco tenga otros 3 en el sello Orfeo y alguno más en Supraphon dedicados a Fucik y otros autores checos desconocidos; aparte de las de Neumann, es difícil encontrar una versión de la Entrada de los Gladiadores donde es escuche a la orquesta completa, como aquí, y no a una banda o conjunto de metales.

Para que el disco llegara a una hora de duración, se le ha añadido una composición del que fue profesor de Fucik en el Conservatorio de Praga: nada menos que Dvorak, de quien escuchamos, por los mismos intérpretes mencionados, la primera de sus Rapsodias Eslavas op. 45, una música en la misma línea folklorista de sus mucho más famosas Danzas Eslavas pero de mayor duración en cada pieza, lo que quizás explique su poca difusión. Una música también festiva pero, lógicamente, de mayor enjundia que la de Fucik.



REFERENCIAS:

JULIUS FUCIK: Famosos valses y marchas (incluyendo la Entrada de los Gladiadores)
Orquesta Filarmónica Checa/ dir. Václav Neumann
Teldec 8573-80995-2