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EL "TANNHÄUSER" DE
BARENBOIM
Por Angel
Riego Cue. Lee su Curriculum.
No cabe duda que
uno de los directores de orquesta de la actualidad a los que más se
asocia con la obra de Wagner, es el argentino-israelí Daniel Barenboim.
Su curriculum en ese sentido es ciertamente impresionante: ha dirigido
durante 18 años en el Festival de Bayreuth, desde 1981 hasta su despedida
en 1999; está en camino de grabar las 10 obras escénicas importantes de
Wagner, una proeza que sólo consiguió Solti antes que él y, por si
fuera poco, lo habrá logrado en un lapso reducidísimo de tiempo (desde
1989 que inició la serie con el Parsifal para Teldec, hasta que
próximamente aparezca la última que le falta, El Holandés Errante).
Por si fuera poco, este año ha saltado a los titulares de noticias con su
"maratón" en la Ópera de Berlín, al dirigir las 10 óperas y
dramas musicales de Wagner en dos semanas, repitiendo la proeza en las dos
siguientes, y el pasado año también fue noticia por interpretar a Wagner
en Israel, con el consiguiente escándalo por parte de aquellos judíos
que aún asocian esta música con el III Reich.
Con todo ello, y con la reivindicación que siempre ha hecho Barenboim de
la tradición alemana de directores como Furtwängler (con quien aparece,
dándose la mano, en una foto de 1954, a los 12 años) podría suponerse
que hiciera un Wagner de referencia, o poco menos. La verdad es que en ese
sentido hay mucha tela que cortar, y que las buenas intenciones no
necesariamente dan óptimos resultados.
Una prueba es este Tannhäuser que ahora nos presenta Teldec,
grabado en Berlín en mayo y junio de 2001 por Barenboim al frente de los
conjuntos de la Ópera "Unter den Linden", de la que es titular,
y cuya toma de sonido es, lógicamente, espléndida.
La dirección de Barenboim, como tantas veces le ocurre, peca de
excesivamente prudente, como si tuviera "miedo a volar". Lo
mejor son los momentos intimistas, de recogimiento, donde la dirección sí
despliega una cierta vena poética, como el dúo de Tannhäuser y Venus
del Acto I, o el desolado comienzo del Acto III. Por contra, otros
momentos parecen rutinarios, como el final del Acto I, y las partes
"exultantes" de la obra despiertan bien poco entusiasmo en el
oyente; en particular, una de las fanfarrias más conocidas de Wagner, la
de la "Entrada de los invitados" suena aquí casi minimalista.
En el reparto encontramos también cosas buenas y otras menos buenas.
Entre las buenas, Waltraud Meier (que ya había grabado el papel con
Haitink) es la sensacional Venus que se podría esperar de ella. René
Pape tiene una voz bella y un buen estilo wagneriano, aunque se le podría
reprochar el ser demasiado joven para el papel del Landgrave. Y la
sorpresa de esta grabación, un Peter Seiffert bien conocido por sus
incursiones en papeles wagnerianos más líricos, pero que compone un
Tannhäuser más que digno para los tiempos que corren, alcanza su mayor
altura en su dúo con Venus (se comprenderá por ello que esa escena sea
la más lograda de toda la grabación), está algo más insulso en el
Torneo de canto y en la "Narración de Roma", pero aun así
posee un estilo wagneriano al que ni se acercan otros cantantes, como
Domingo. Puede señalarse el lujo de contar con Dorothea Röschmann como
el Pastor.
Entre las cosas no tan buenas del reparto, hay que citar a Jane Eaglen
como Elisabeth, una voz "dura", inexpresiva, y con un temblor
desagradable (escúchese su "Allmächt'ge Jungfrau") y a Thomas
Hampson como Wolfram, el mismo error que supuso Plácido Domingo en la
grabación de Sinopoli: buscar a un divo que cante bien, y seguramente
ayude a aumentar las ventas del disco, aunque carezca de toda idea sobre cómo
se canta Wagner, lo que se le oye igual puede ser Wagner que Verdi, o que
vaya Vd. a saber. El resto de los cantores no ayudan a elevar la nota. La
labor de los conjuntos es buena, aunque el coro (preparado por el director
del coro de Bayreuth, Eberhard Friedrich) no sea comparable al del propio
Bayreuth o al Philharmonia de Londres que grabara esta ópera con
Sinopoli.
En conjunto, esta versión no puede medirse con las clásicas dirigidas
por Solti y Sawallisch, que siguen siendo los Tannhäuser de
referencia al menos entre los "no piratas", pero podría aspirar
a competir con la de Sinopoli por el puesto de mejor versión grabada en
digital. La presente es superior en dirección (al menos la de Barenboim
merece tal nombre), protagonista y Venus, aunque la de Sinopoli tenga
mucho mejores Elisabeth (Cheryl Studer) y Wolfram (Andreas Schmidt), el
resto de cantores del torneo sean también superiores y el extraordinario
Salminen consiga un Landgrave aún mejor que el del muy bueno Pape. En
resumen, una grabación que seguramente atraerá más a los operófilos
interesados en grabaciones actuales que a los wagnerianos más exigentes.
REFERENCIAS:
RICHARD WAGNER: Tannhäuser , ópera en 3 actos
Peter Seiffert (Tannhäuser), Jane Eaglen (Elisabeth), Waltraud Meier
(Venus), René Pape (Landgrave Hermann), Thomas Hampson (Wolfram von
Eschenbach), Gunnar Gudbjörnsson (Walther von der Vogelweide), Hanno Müller-Brachmann
(Biterolf), Stephan Rügamer (Heinrich der Schreiber), Alfred Reiter
(Reinmar von Zweter), Dorothea Röschmann (Un Pastor)
Coro de la Ópera Alemana de Berlín, Staatskapelle de Berlín
dir.: Daniel Barenboim
Teldec 8573-88064-2 (3 CD's)
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