CONVERSACIÓN CON ANTONIO PAPPANO 

Entrevista realizada por Fernando López Vargas-Machuca. Lee su curriculum.

Advertimos al lector que el presente artículo no es una entrevista. Lo que ocurre es que la breve conversación que sostuvimos con el director Antonio Pappano tras su altamente exitoso debut en el Maestranza de Sevilla (que comentamos en este mismo número) resultó en cierto modo interesante, y nos ha parecido que merece la pena transcribirla. Claro que aquí resulta imposible plasmar la extraordinaria simpatía y cordialidad con que el maestro recibió y trató a todos los aficionados que nos acercamos por los camerinos -eficiente, como siempre, la labor de la relaciones públicas Rocío Castro- para que nos firmara unos discos. Quien esto suscribe se decidió por su Bohéme y por el reciente disco protagonizado por el más famoso cantante español de todos los tiempos.

¡Ah! Las escenas del Anillo con Plácido. ¡Que voz y qué talento! Es algo maravilloso lo que aquí hace.

Bueno, no todos piensan por igual. Hace poco tuve una discusión con un crítico sevillano al que no le gustaba en absoluto Domingo como Siegfried.

Pues no lo comprendo, la verdad. A mí me parece un wagneriano extraordinario. ¡Hoho! ¡Hoho! ¡Hoho! ¡Hahei! (el maestro canturrea, emocionado, la canción de la forja del primer acto de Sigfrido). Bueno, ¿Y qué me dice de Violeta Urmana? ¿Le gusta?

Muchísimo. Aquí en Sevilla tuvimos la suerte de tenerla hace un par de años como Adalgisa y quedamos prendados de ella. Pero, dígame, ¿habrá algún nuevo volumen de Wagner con Plácido?

Quizá. Aún le quedan escenas de Tristán y el Anillo por abordar, así que es posible que dentro de un tiempo las grabemos. A ver.

¿Y qué hay de esa Butterfly que iba usted a registrar?

Pues de momento nada. Angela Gheorghiu ha pospuesto una y otra vez el proyecto . Cuando parece que por fin se decide, vuelve a dejarlo para más adelante. Pero bueno... Lo que sí va a salir, ahora en verano, es Il Trovatore.

Con ella y Alagna ¿verdad?

(Con una gran sonrisa y un gesto de lo más significativo) ¡POR SUPUESTO!

Uf, Manrico es un papel dificilísimo, y este tenor...

Ja, ja, ja, ja (risas entre todos los presentes). ¡Le aseguro que está fantástico! Piense, por otra parte, que no estamos en la época de los Corelli y compañía. Hoy tenemos otro tipo de voces, con otras características. Además, ¿hay acaso alguien en la actualidad mejor que él para abordar este papel? Dígame.

Bueno, Domingo...

Eso sería antes. Ahora no.

Fabio Armiliato quizá...

Es muy bueno, pero se mueve en una órbita diferente. Ya le digo, Alagna es hoy el número uno para este papel.

¿Le podremos ver dirigiendo alguna ópera en el Maestranza?

Pues de momento va a ser difícil, ya que hacerlo me exigiría varias semanas de dedicación y tengo mi calendario para los próximos años totalmente ocupado. Mi labor en el Covent Garden va a ser muy intensa. Pero si encuentro algún hueco, se lo haré saber a los responsables.

Es curioso: a pesar de ser usted londinense, dirige con una carnalidad y un temperamento totalmente latinos.

(Con una gran sonrisa) ¡Hombre, claro! No podría ser de otra manera. ¡¡¡Si me apellido Pappano!!!