ÓPERA DE MONTSALVATGE

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

Babel 46, ópera en cuatro episodios con música y libreto de Xavier Montsalvatge. Reparto: Emilio Sánchez, Ana Ibarra, Enrique Baquerizo, Francisco Vas, Mireia Pintó, Itxaro Mentxaka, Raquel Pierotti, Javier Franco, David Rubiera, Ramata Koite.

L’Enfant et les Sortileges. Fantasie lyrique, de Maurice Ravel, con libreto de Sidonie Gabrielle Colette. Reparto: Monica Bacelli, Raquel Pierotti, Ana Ibarra, Ana Häsler, Anna Camelia Stefanescu, Marisol Montalvo, Karine Deshayes, Mireia Pintó, Soledad Cardoso, Marina Pardo, Enrique Baquerivo, Olivier Grand, Francisco Vas.

Coro y Orquesta Sinfónica de Madrid. Director musical: Antoni Ros Marbá. Director de escena:  Francesco Lavelli. Nueva producción del Teatro Real y del Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Teatro Real de Madrid, 25 de marzo a 11 de abril de 2002.

La ópera española está aún por apreciarse. Los ejemplos son escasos y pocas han subido a escena. En marzo, el Teatro Real a presentado, cuarenta años después de su composición, la ópera Babel 46, escrita y compuesta por Xavier Montsalvatge, que ha fallecido el pasado día 7 de mayo. La presentación de esta ópera ha sido un merecido homenaje, que ha estado unido otros muchos celebrados con ocasión de los noventa años que acababa de cumplir el compositor. Debido a su delicada salud, le fue imposible asistir a las funciones madrileñas. Compuesta en 1960, Babel 46 no fue estrenada, en concierto hasta 1984. El estilo empleado es ecléctico, moderno pero no rompedor. Demuestra la pericia de su autor y también su fuerte personalidad. Sin ser arrebatadora, la música muestra momentos de un emocionante lirismo. La historia está ambientada en un campo de concentración en 1946, en el que se reúnen personajes de distintas nacionalidades, cada uno de los cuales se expresa en su propia lengua. El texto está en varios idiomas y de ahí viene el título. En su momento, el asunto debió testimoniar un intento de cosmopolitismo, que tal vez causara su marginación en la España autárquica del franquismo. Hoy, el tema aparece antes como un drama sentimental, heredero de un verismo comedido, más que teatro político. El concepto escénico es tradicional y poco inspirado, aunque tiene algunos guiños sugerentes. Los cantantes resolvieron con gallardía sus partes. Ros Marbá hizo, con la colaboración de la Orquesta Sinfónica de Madrid, una impecable lectura de la partitura, demostrando una vez más su gran conocimiento del lenguaje musical moderno y su cariño por el compositor catalán. Para completar el programa, al  tardío estreno se sumó L’Enfant et les Sortileges, de Maurice Ravel. El maestro francés compuso en 1924 esta ópera que, alejada de toda pretensión, es una exquisita obra maestra. La historia del niño que se arrepiente de sus travesuras pasa como un suspiro y despierta una sensación de alegría vital y “rossiniana”. La historia es una fábula llena de sorpresas sonoras y teatrales que la puesta en escena de Lavelli resuelve sin gran convencimiento. Algunos golpes de ingenio son oportunos, pero el trazado general de la escena, los decorados y los movimientos parecen desfallecer. Destacaron los figurines de Francesco Zito. En la parte musical sobresalieron ambos coros, el de adultos, de la Orquesta Sinfónica de Madrid que dirige Martín Merry, y el de niños, de la Comunidad de Madrid, a cuyo frente está José de Felipe. Ros Marbá puso todo su entusiasmo en la dirección pero no logró despertarlo en sus colaboradores.

  (Fotografía de Javier del Real)