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EL VIOLINISTA PAYASOPor Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum.
Conciertos
para dos violines en Re menor (RV 514), Re mayor (RV 511), La menor (RV
522) y
Las cuatro estaciones de Antonio Vivaldi. Nigel Kennedy, violín.
Das Collegium (con miembros de la Filarmónica de Berlín). Juventudes
Musicales de Madrid. Auditorio
Nacional de Madrid, 4 de abril de 2002. Las versiones de Nigel Kennedy son completamente heterodoxas. Más allá de criterios estilísticos, es su desbordante personalidad la que impone la pauta en sus conciertos. Hay un sector de público que lo traga. Pero es muy pequeño. La mayoría queda seducida por el arte de este genio, que fue niño prodigio y alumno predilecto de Yehudi Menuhin. De mayor sigue teniendo cierto aire infantil. Parece que lo hace todo con desenfado, pero lo cierto es que detrás de ese aparente desenvoltura hay una técnica soberbia y un dominio pleno del instrumento, en el que sin duda, además de un talento inmenso, se han invertido muchas horas de estudio riguroso. Kennedy es un virtuoso extraordinario con un mecanismo perfecto que se luce en unos tempi llevados al extremo de la velocidad imaginable. Pero no se queda en la técnica, sino que este violinista interpreta las obras de forma global. No es solo una versión musical la que ofrece: son versiones teatrales y ejemplos de una filosofía de vida. Este violinista se presenta vestido como un payaso, con ademanes de payaso. Interpela al público, baila por el escenario, hace locuras, se baja al patio de butacas, bromea con los músicos, se divierte. ¿Y la música? La música está presente en su más alta expresión para quien tenga oídos, quiera escucharla y no se deje distraer por la puesta en escena. Sin embargo, el teatro contribuye, sin duda, a crear un espectáculo completo, en el que se establecen lazos muy especiales con el público. La música no sólo es sonido, también es comunicación, emoción y teatro. El músico fue secundado por una excelente orquesta formada por músicos de la Filarmónica de Berlín, a quienes las chanzas y sonrisas no restó ni un pelo de eficacia y musicalidad. A las obras anunciadas se sumaron otras de Vivaldi y de Bartók. Se dieron tres propinas. La última era un arreglo del propio instrumentista sobre tremas rockeros, con improvisaciones y varias sorpresas. El recital rompió esquemas y demostró que la música clásica se puede abordar de muchas maneras distintas. Próximos
conciertos de Juventudes Musicales de Madrid 14
de mayo
Leif Ove Andsnes, Sarah Chang, Alexander Kerr, Wolfram Christ,
Georg Faus. Obras de Brahms, Prokofiev, Mozart y Dvorak.
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