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EL OTRO BEETHOVEN DE LA MUTTER
Por
Rubén Flórez Bande
Veintitrés años
después, Anne-Sophie Mutter, vuelve a grabar el Concierto para violín
de Beethoven para su sello de siempre, Deutsche Grammophon. En su primera
grabación, la Mutter contaba con 16 años, y empezaba su (gran) carrera
como concertista; ya habían sido un éxito los Conciertos nºs 3 y 5
de Mozart, respaldada por Herbert von Karajan, y en la grabación de
Beethoven también la respaldaba su mentor, junto con "su" Filarmónica de
Berlín.
En aquella primera grabación la Mutter adolecía de inexperiencia y de
juventud, aunque también tiene sus puntos favorables: la técnica y la
afinación ya eran aquí "marca de la casa", y el virtuosismo al modo
romántico empezaba a aparecer. Se pueden apreciar también sus virtudes,
para algunos y sus defectos, para otros; como esa forma de "languidecer"
las frases, haciéndolas dolientes y elegíacas. Pero, aún así, a la
interpretación le faltaban personalidad, soltura, empaque... resultando un
producto algo tímido. El acompañamiento de Karajan era de los mejores que
le he escuchado en su última época, nada que ver con el acompañamiento que
le da a Ferras en este mismo concierto unos años antes; con la Mutter, en
todo momento está guiando a la solista, pendiente de todo detalle sin
quitarle nada de protagonismo.
Ahora la Mutter, a punto de cumplir los 40 años, se anima a volver a
grabar el Concierto, en compañía de Kurt Masur y la Orquesta
Filarmónica de Nueva York.
¿Los resultados?
Pues empezamos por el principio. La Mutter tiene una concepción del
Concierto, no tan al modo trágico como lo pudiera tener un Oistrakh, ni
con un sonido tan burgués como un Grumiaux, ni tan alemán como un
Schneiderhan; el de ella es un concepto más melancólico, más elegíaco,
dejando a partes iguales el lado expresivo, y el lado melódico, cuidando
mucho todos los "tecnicismos" que requiere: dinámicas, dobles cuerdas,
legatos...
El primer movimiento alcanza los 27 minutos (¡!) y en él la Mutter se
"explaya" a gusto todos los temas y frases, perfectamente "cantados", en
algunas ocasiones algo "aterciopelados", que no sé hasta que punto esto es
bueno, pero que no rompe el conjunto del movimiento; la afinación
soberbia, el color del violín, pues de lo mejor del momento... y para
momentos, qué poder expresivo en la repetición del tema principal al final
de la coda (que es la de Kreisler, como la del tercer movimiento,
soberbias ambas, muy bien acopladas al conjunto) a dúo con las cuerdas en
pizzicatto, una forma de detener el tiempo, en legatissimo, como pocas
veces he escuchado.
El segundo movimiento, sigue más o menos los conceptos del primero,
permitiéndose la violinista alguna que otra licencia: languidecer las
frases, detener el "tempo"... no es para todos los gustos, muy al "estilo
Mutter", pero impresiona de todas formas. Y yo me pregunto ¿Por qué cierto
sector de la crítica no le permite estas licencias?, ¿Acaso no se
permitían licencias Oistrakh, Heifetz, Grumiaux, Szeryng, Kreisler...?
Y el tercer movimiento es pura jovialidad, sin cortar las frases, dichas
con energía, sin amedrentarse, todas las ideas temáticas (que ya sé, son
pocas) muy claras, con un sonido limpio y sin ningún problema con los
virtuosismos, permitiéndose, incluso, alguna pequeñita "floritura", como
queriendo con esto volver a su juventud.
En fin, para mí, una de las mejores interpretaciones en grabación digital
de este concierto, del que uno siempre piensa que ya está todo dicho.
Pero... sí, hay un "pero", la dirección, si bien Masur prometía en los
primeros movimientos, no destacándose mucho, permaneciendo en un segundo
plano, sólo apareciendo para acompañar en los momentos clave a la solista,
cae, y de morros, en el tercer movimiento. Masur no puede seguir la
jovialidad de la Mutter, y su lectura es pesadota, y densa, es la Mutter
la que intenta tirar de la orquesta.
Conclusión: Una gran interpretación, para tener en cuenta. El disco se
completa con las dos Romanzas de Beethoven, tocadas con mucha
elegancia, y mucho "vistosismo", quizá una pizca de expresividad no le
vendría mal, tanto hedonismo sonoro empacha. Para los fans, en el libreto
se pueden ver unas cuantas fotos de la diva, acompañada de una entrevista,
en torno a su concepción sobre el Concierto.
REFERENCIAS:
BEETHOVEN: Concierto para violín y orquesta en Re mayor, Op. 61.
Romanza para violín y orquesta Nr. 1 en sol mayor, Op. 40.
Romanza para violín y orquesta Nr. 2 en fa mayor, Op. 50.
Orquesta Filarmónica de Nueva York. Dir: Kurt Masur
DG 471 349-2
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