Revista mensual de publicación en Internet
Número 38º - Marzo 2.003


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BARENBOIM CULMINA SU CICLO WAGNER

Por Angel Riego Cue. Lee su Curriculum.

          

Con el Holandés Errante que ahora publica Teldec, Daniel Barenboim ha concluido su grabación de las diez obras escénicas importantes de Wagner, algo que solamente Solti había conseguido antes que él. Un ciclo grabado en un corto espacio de tiempo (desde 1989 que comenzó a grabarse el Parsifal) y con resultados irregulares, que iban desde el excelente de Tristán hasta otros más flojos como por ejemplo su Lohengrin.

Para este Holandés había cierta expectación, ya que se trata de una de las obras de Wagner que Barenboim más ha dirigido en teatros desde hacía más tiempo, y los testimonios recogidos indicaban que era, junto a Tristán, la que mejor entendía. Sin embargo, en parte tal vez por la premura de la grabación (que se hizo en la misma época que el Tannhäuser comentado el pasado mes de mayo en Filomúsica, es decir mayo-junio de 2001) o en parte por un reparto "manifiestamente mejorable", el caso es que nos parece que Barenboim no ha dado en esta obra todo lo que podía dar.

Comenzando por la dirección, donde el apasionamiento del director español-argentino-israelí se puede percibir en los frecuentes "mugidos" que emite, cual si se tratara de una grabación en vivo (que no lo es), ya la Obertura, realmente rutilante, y la primera escena, con una orquesta de enorme dinámica mostrando el oleaje del mar o un coro que expresa la rudeza de los marineros, hacen esperar lo mejor de esta versión (el único punto de extrañeza es un "empalme" al final de la Obertura, debido a la mezcla de dos versiones distintas de la partitura, que da la impresión de que faltara alguna nota). Sin embargo, la ilusión termina cuando llegamos al primer diálogo del Holandés con Daland, que difícilmente podrá ser más aburrido, parece que si lo tocan y lo cantan es "porque es obligatorio", porque está ahí en la partitura (y los cantantes, poco motivados, no ayudan para elevar la nota).

El resto de la versión se mueve entre esos dos extremos de calidad. Hay momentos en que la dirección está a buena altura: en general en los que recuerdan el mar (Balada de Senta, Coro de Marineros) o evocan lo sobrenatural (La escena de los espectros, con un estruendo "de mil demonios" que ha sido precedido por una acumulación "ominosa" de la tensión, recurso en el que Barenboim es especialista). Sin embargo, admitiendo la correción de todas estas escenas, difícilmente provocarán en el oyente un entusiasmo como sí provocaban la Obertura o el coro inicial.

Por otra parte, los dúos de amor Senta-Erik o Senta-Holandés están dirigidos con gran delicadeza, aun con el peligro de caer en el estatismo, y en el Coro de las Hilanderas y toda la escena con Mary se observa cierta falta de "chispa", suena todo demasiado serio y envarado. Con todo, no deben interpretarse estos reparos como que la dirección sea mala, solamente desmerece si se la compara con las más grandes (entre los "históricos" Knappertsbusch o Krauss, entre las grabaciones en estéreo Klemperer o Solti, aunque esta última está lastrada por un mediocre reparto). Ahora bien, si contamos solamente grabaciones digitales, el Holandés de Barenboim bien podría quedar como el mejor dirigido.

Si este Holandés tuviera un reparto a la altura de la dirección podría convertirse, al menos, en la gran versión digital de la obra, y aquí es donde menos convence esta grabación de Teldec. Comenzando por su protagonista, Falk Struckmann, que nos sorprende dando el salto a papeles de barítono-bajo, no puede decirse que tenga problemas vocales (quizá haya tenido una cierta ayuda del micrófono, como en general el resto del reparto), pero tampoco logra convencernos de que es un alma torturada, que vive una tragedia; su canto muchas veces parece casi indiferente. Ahora que, si de indiferencia hablamos, la palma se la lleva Jane Eaglen que vuelve a ser (como en Tannhäuser) lo peor del reparto, aunando dureza expresiva con una voz desagradablemente "tremolante"; ni rastro de la feminidad que se supone a Senta. El que cante la Balada en la tonalidad original poco importa, ya que ni transportada podría con ella.

Del resto, el nivel sube con el Daland de Holl, voz gastada pero aún aceptable y con indudable estilo wagneriano, y sobre todo con el Erik de Seiffert, el mejor del reparto, y que consigue superar aquí su buen trabajo en la grabación dirigida por Pinchas Steinberg para Naxos. De los tenores líricos wagnerianos actuales, tan sólo Ben Heppner puede superar sus resultados, aunque la grabación de este último (con resto del reparto simplemente correcto y aburrida dirección de Levine) interese casi exclusivamente por él. La veterana Felicity Palmer no destaca como Mary, aunque puede ser un aliciente el encontrarla aquí, y en cuanto a Rolando Villazón, procedente de fuera del área "alemana", parece que Barenboim hubiera querido "premiar" al tenor con el que actualmente trabaja en la Staatsoper dándole un papel aparentemente "poco comprometido" como el del Timonel; los resultados están a la vista, cualquier grabación moderna del Holandés tiene un Timonel mucho mejor.

En resumen, hasta ahora de las grabaciones digitales del Holandés lo más interesante era el reparto de la de Sinopoli (casi ideal para estos tiempos, reconociendo el deterioro de la voz del Holandés de Weikl, que debió grabarlo años atrás, y sólo exceptuando el plano Erik de Domingo), con una dirección del veneciano ciertamente floja, aunque al menos no aburre, y la mencionada de Steinberg (muy digna sin llegar a entusiasmar, siendo su mayor problema el Holandés discretillo de voz de Alfred Muff, pero sin otros fallos graves). La presente de Barenboim no las destrona, aunque puede convertirse en la tercera en discordia: la dirección es mejor que las dos mencionadas, pero en el reparto todos los cantantes de la grabación de Sinopoli -con la única excepción de Domingo- son muy superiores a los de Barenboim, y hasta la modesta producción de Steinberg puede presentar una Senta y un Timonel mucho mejores (Haubold y Hering). Por todo ello, quizá Barenboim pueda superar en un futuro los resultados de este Holandés en su nueva etapa en EMI, sello en el que ha desembarcado después de abandonar Teldec.




REFERENCIAS:


WAGNER: El Holandés Errante
Jane Eaglen (Senta), Falk Struckmann (Holandés), Peter Seiffert (Erik), Robert Holl (Daland), Felicity Palmer (Mary), Rolando Villazón (Timonel).
Coro y Orquesta de la Ópera Estatal de Berlín. Dir. del coro: Eberhard Friedrich, Director: Daniel Barenboim
Teldec 8573-88063-2 (2 CDs)