|   | MÁS VIVALDI A LA ITALIANA Por Ignacio 
      Deleyto Alcalá. Lee su
      Curriculum.   
       Aunque muy por debajo de su producción para 
      el violín, las composiciones de Vivaldi para el violonchelo alcanzan casi 
      las cuarenta si sumamos sonatas y conciertos solistas, número nada 
      despreciable para un instrumento que por entonces (principios del siglo 
      XVIII) empezaba a emanciparse del bajo continuo. Según Michael Talbot, las 
      sonatas para violonchelo son lo mejor de la música instrumental de cámara 
      de Vivaldi. Quizás tal afirmación no se pueda aplicar al total de 
      veintisiete conciertos pero son innegables su belleza, riqueza en ideas y 
      el carácter doliente del instrumento que tan claramente asoma en algunos 
      de los movimientos lentos.
 Warner Classics (ya no Erato) publica el último trabajo de I Sonatori, 
      grabado en Diciembre de 2000, con una serie de conciertos para violonchelo 
      que se corresponden con los primeros años de la carrera de “Il Prete 
      Rosso”. No han incluido en esta temprana colección el concierto RV 415 por 
      su dudosa autenticidad y también porque se piensa que fue escrito para el 
      violonchelo piccolo. El conjunto italiano ha querido destacar la 
      atmósfera camarística de estas obras (sin doblar las partes) siguiendo las 
      reducidas dimensiones de la orquesta del Conde de Schönborn. Por tanto, 
      tenemos un discreto acompañamiento orquestal formado por sólo cinco 
      instrumentos, un instrumentista por parte. De esta manera también podemos 
      apreciar mejor el papel concertante del instrumento.
 
 Como era de esperar, I Sonatori ofrece unas lecturas extrovertidas, 
      incisivas y rítmicamente poderosas en la línea del Vivaldi que hacen 
      actualmente los conjuntos italianos. Un aspecto a considerar en un grupo 
      tan reducido de instrumentistas es que hay una cierta superioridad del 
      registro grave sobre el agudo lo cual crea un desequilibrio que se podría 
      haber evitado con algún violín más, aspecto magnificado además por la toma 
      de sonido en exceso resonante y retumbona. Por otro lado, el conjunto, que 
      se muestra bien ensamblado, domina el lenguaje vivaldiano (escúchese el 
      comienzo del Concierto en sol menor RV 416). El instrumento solista 
      a cargo de Walter Vestidello cumple bien con su labor, es capaz de matizar 
      y buscar el contraste aunque su fraseo sea de escaso aliento si lo 
      comparamos con el de Roel Dieltiens (HM) o el de Christopher Coin 
      (L’Oiseau-Lyre). De todos modos también sabe seducir al oído con frases de 
      gran belleza como el "Largo" central del RV 423.
 
 El disco se escucha con interés y ofrece momentos bien elaborados como el 
      "Largo" del Concierto en re menor RV 407 y otros de virtuosismo y 
      jovialidad a raudales como la apertura del Concierto en si bemol mayor 
      RV 423 por lo que, en conjunto, supone una interesante aportación al 
      catálogo vivaldiano. Seguramente no supere a sus rivales pero I Sonatori 
      aporta lecturas frescas, actuales y vigorosas.
 
 REFERENCIAS:  VIVALDI, A: Conciertos para violonchelo
      RV 422, RV 407, RV 416, RV 423, RV 402, RV 420 & RV 405 de la 
      Colección de Rudolf Franz Erwein von Schönborn. Walter Vestidello, 
      violonchelo. Sonatori de la Gioiosa Marca. WARNER CLASSICS 0927-42532-2.     |