|   | REIVINDICANDO EL ZIMBALÓN 
      (CONTEMPORÁNEO) Por 
      Ismael González Cabral. Periodista 
      y Crítico Musical.           
       La capacidad que 
      tienen algunas casas discográficas para arriesgar sacando a la luz nuevos 
      proyectos es asombrosa. No digan ustedes que no resulta sofisticado y 
      llamativo poner en el mercado, un disco dedicado al zimbalón 
      contemporáneo. Eso es lo que recientemente ha hecho BMC (Budapest Music 
      Center), y para la causa, ha contado con uno de los pocos expertos 
      conocedores de tal instrumento; Ildikó Vékony.
 Al contrario de lo que sucede con este tipo de producciones que recopilan 
      un conjunto de obras con una determinada finalidad, sí existe aquí una 
      acertada elección de piezas, que dan una amplia visión sobre las 
      posibilidades del zimbalón en su aplicación a la nueva música (de origen 
      húngaro en el caso que nos ocupa).
 
 Vékony, eso sí, elige a un compositor fundamental que vertebra todo el 
      disco, tal es György Kurtág (1926). Si Escenas de una novela, 
      constituye una obra mayor en el catálogo del autor, donde cobra una 
      importancia capital el zimbalón, las composiciones reunidas aquí tienen 
      una clara vocación camerística y parecen estar escritas para ser dichas en 
      la intimidad. Es una música evocadora, sencilla, mínima en sus duraciones 
      y poderosamente abstracta, que se torna en sincero homenaje en 
      Splinters y Un brin de bruyere à Witold (Lutoslawski se 
      entiende) y que también lo es, pero menos, en los crípticos y misteriosos
      Eight duets para violín y zimbalón (que tanto recuerdan a otra 
      importante obra de Kurtág, Kafka Fragments).
 
 Pero no todo es seriedad y ensueño en el disco de Vékony. Ahí están las
      Hungarian folk songs forms de Adám Kondor (1964) donde oímos 
      lejanos ecos de aires populares, que hubieran pasado por sucesivas 
      metamorfosis, hasta verse acogidas en el alma del zimbalón. Tampoco escapa 
      a un contexto más distendido, Slow and Brisk de László Sáry 
      (1940), en el que la tonalidad convive con breves células melódicas en una 
      pieza ingenua, si se quiere, pero francamente agradable.
 
 Por su parte, László Vidovszky (1944) en For one or two cimbalons 
      dispone un mecanicista y preciso ejercicio de virtuosismo. Pieza 
      polifónica de gran complejidad rítmica, que sin embargo, cuenta siempre 
      con una armonía clásica que no pierde de vista el centro tonal. En 
      Shavings, Zoltán Jeney (1943) emplea el zimbalón de una forma muy 
      lúdica, y crea estructuras cíclicas en forma de ostinato.
 
 Una de las piezas más interesantes del recital la firma Zsolt Serei 
      (1954). Su the (version A) entronca directamente con las músicas 
      de un John Cage y un Christian Wolff. Es una obra que reta al silencio, y 
      donde se aprovecha al máximo las capacidades del zimbalón: juegos de 
      reverberación - que por momentos nos sitúan ante las experiencias sonoras 
      de Alvin Lucier - y deconstrucción sonora del instrumento.
 
 Desde los siete años Ildikó Vékony se ha dedicado con tesón al 
      conocimiento del zimbalón. Ella misma ha estimulado el nacimiento de 
      algunas de las obras recogidas en este disco, y el desarrollo del zimbalón 
      contemporáneo - como podríamos denominarlo - corre parejo con la 
      trayectoria de esta intérprete, a quien BMC se ha empeñado felizmente en 
      hacer aún más internacional.
 
 
 
 
 REFERENCIAS:
 
 ILDIKÓ VÉKONY: Splinters (Obras de Kurtág, Vidovszky, Kondor, 
      Sáry, Serei y Jeney).
 Ildikó Vékony, zimbalón. András Keller, violín. Ferenc Varga, viola.
 BMC CD 046
 
 
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