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MAESTROS VUELTOS A LA VIDA
Por
Angel Riego Cue.
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Curriculum.
El Festival de
Salzburgo de 1937 ha pasado a la leyenda por ser el último que se celebró
en la Austria anterior a la anexión nazi. Allí dirigieron ópera por última
vez maestros como Bruno Walter, exiliado de Alemania debido a su condición
de judío, o como Arturo Toscanini, militante contra los regímenes
fascistas y que se había negado a volver a actuar en Alemania desde 1933.
Las grabaciones que se han conservado de entonces (Bodas de Fígaro
y Don Giovanni, por Walter; Flauta Mágica y Maestros
Cantores por Toscanini) tuvieron siempre una alta consideración entre
la crítica, a pesar de su deficiente toma de sonido.
Los Maestros Cantores fue precisamente la ópera de Wagner más
utilizada con fines propagandísticos durante el Tercer Reich, para exaltar
la cultura alemana. De ahí que, comparando la versión ofrecida por
Toscanini con las que se han conservado grabadas durante la época nazi
(existen dos tomas del Festival de Bayreuth de 1943, una dirigida por
Furtwängler y otra por Abendroth), algún crítico llegó a decir que
Toscanini "desnazificaba" los Maestros Cantores, quitándoles la
carga propagandística "nacionalista" (que en realidad, dicho sea de paso,
se reduce en la propia obra al discurso final de Hans Sachs previniendo
del peligro de la colonización cultural por parte del arte extranjero).
Esta comparación chocaba hasta ahora con un escollo insalvable para poder
hacerse, como era la pésima calidad de sonido que tenía el registro de
Toscanini, al lado de tomas de sonido aceptables (Furtwängler) o incluso
buenas (Abendroth).
Afortunadamente, las cosas han cambiado con esta nueva edición del sello
norteamericano Andante. La mejoría del sonido ha sido enorme: por primera
vez puede apreciarse la calidad del trabajo de los cantantes y los
detalles de la orquesta destacados por Toscanini sin necesidad de tener
que "adivinar".
Para conseguir esto, se han buscado las mejores fuentes sonoras posibles:
la grabación oficial de la radio austríaca de la época, tomada según el
sistema "Selenophone" (por aquel entonces, verdadera "tecnología punta")
que es la que mejor suena, con diferencia, pero está incompleta o dañada
en algunas escenas; luego, para rellenar los momentos que falten, se han
buscado otras dos copias en la Fundación Toscanini y en Archivo Sonoro
Rodgers & Hammerstein de Nueva York. Con todo ello, el trabajo de
restauración se le ha encomendado a Ward Marston, uno de los máximos
expertos mundiales en la materia, a quien seguramente conozcan todos los
que sigan sus trabajos para Naxos Historical y otros sellos. Por supuesto,
el resultado no es similar a una grabación moderna, el sonido sigue siendo
"histórico", pero ahora la comparación con Furtwängler o Abendroth es
posible, y realmente parece muy difícil, por no decir imposible, que
después del trabajo realizado se pueda mejorar aún más el sonido de lo que
aquí se ofrece. Esta edición de Andante puede considerarse definitiva.
Pasando ya a la versión musical propiamente dicha, hay que comenzar
hablando de la dirección de Toscanini. Para los que estén acostumbrados a
la típica dirección de la escuela alemana, con grandes retardandos,
solemnidad, contundencia sonora, etc. no será nada de eso lo que
encuentren aquí. El tempo es en general vivaz, los acordes duran poquísimo
(no hay calderones prolongados), la dinámica se mantiene en general muy
"moderada" sin grandes contundencias sonoras, los solistas de viento de la
orquesta se oyen con un protagonismo mucho mayor de lo habitual para
subrayar determinadas escenas: así, el fagot refuerza el carácter
"grotesco" de la llegada de Beckmesser al taller de Sachs en el Acto 3,
que pocas veces habrá sonado tan graciosa como aquí, lo que en general
puede predicarse de todas las escenas donde interviene el escribano (por
ejemplo, su serenata del Acto 2 bajo la ventana de Eva). No por ello queda
descuidado el lado poético de la obra, con una gran delicadeza en el
acompañamiento de escenas como el "Monólogo de las lilas" de Sachs o el
siguiente dúo entre Sachs y Eva, por poner sólo dos ejemplos de lo que es
el "tacto", casi mozartiano, con que Toscanini deja que los personajes de
la obra expresen sus sentimientos. En resumen, una dirección distinta a la
de los grandes intérpretes alemanes de la obra (Furtwängler,
Knappertsbusch, Kempe, Abendroth), que si se quiere no estará a tan gran
altura como la de un Furtwängler, pero que todo aficionado a Wagner
debería también conocer, pues es el único documento conservado de una
ópera completa de Wagner por uno de los nombres más importantes de la
dirección de orquesta de la primera mitad del siglo XX.
En cuanto al reparto, en general está todo a gran altura, pero hay dos
papeles que conocen aquí interpretaciones de verdadera referencia: Sachs y
Eva. Al papel del "zapatero poeta" Hans Sachs es casi imposible hacerle
justicia debido a la gran cantidad de estados de ánimo que debe atravesar:
desde el pensativo de los monólogos hasta el humor socarrón de las puyas
que lanza a Beckmesseer, o desde la amargura de descubrir que, si alguna
vez tuvo ilusiones con Eva, ahora la ha perdido, hasta la exaltación del
arte alemán en su arenga final. Muchos grandes intérpretes destacan en
unos aspectos pero fallan en otros: así, el gran Hans Hotter cantaba de
forma inigualable los monólogos, pero en los momentos cómicos mostraba un
patetismo fuera de lugar. Considerando todo ello, posiblemente el Sachs
más equilibrado que exista en una grabación completa de los Maestros
sea el que aquí escuchamos, Hans-Hermann Nissen; puede haber otros que
destaquen más en algún aspecto, pero no que tengan una mayor altura en
todo el conjunto. El único nombre que se me ocurre que podría compararse a
Nissen (hablando siempre de grabaciones completas de los Maestros)
sería Paul Schoeffler; los otros grandes Sachs de la historia (Ferdinand
Frantz, Karl Ridderbusch) ya vendrían después de él. No incluyo al colosal
Friedrich Schorr porque en su mejor época sólo grabó fragmentos, y sus
grabaciones completas le recogen ya en decadencia.
El papel de Eva es mucho menos complejo que el de Sachs, pero aun así
necesita una intérprete capaz de cantar con dulzura, con una voz de
"pureza cristalina" que no excluya el mostrar un fuerte carácter, un
"enseñar las uñas", cuando vea amenazada su felicidad por el matrimonio
que su padre quiere imponerle. No ha de sonar demasiado autoritaria, pero
tampoco demasiado "mosquita muerta". Tradicionalmente se había considerado
como la intérprete por excelencia de este papel a Elisabeth Grümmer (quien
lo tiene grabado con Kempe en EMI y con Knappertsbusch en una toma en vivo
de Bayreuth de 1960), pero una interpretación como la suya no surgió por
generación espontánea, tuvo precedentes, y el precedente más claro es
quien podemos escuchar en esta grabación, Maria Reining, posiblemente la
única cantante que nos haya legado una Eva comparable a la de la Grümmer
(quizás se podría incluir también a Maria Müller en la grabación de
Furtwängler).
El resto del reparto, sin estar a una altura tan excelsa, nunca defrauda.
Así, Herbert Alsen nos da un buen Pogner, con una interpretación notable
de su monólogo "Das schöne Fest, Johannistag"; la Thorborg es un lujo para
el papel de Magdalena, aunque hoy suene algo retórica; Richard Sallaba
canta un David muy aceptable dentro de una línea "cómica", aunque su
descripción de los tonos de los maestros quede perjudicada por una toma de
sonido muy lejana; muy correcto, sin entusiasmar, el Kothner de Viktor
Madin; el Beckmeser de Wiedemann es cómico, pero una voz tan cavernosa la
asociamos antes a papeles de "malvado" (aunque la parte original del
escribano está escrita para bajo) y a oídos actuales suene demasiado
histriónico. Correctos los secundarios, entre los que encontramos a un
joven Anton Dermota como Balthasar Zorn, y donde el único lunar (relativo)
podría ser Carl Bissuti, bajo con una voz poco agradable que interpreta a
Hans Schwarz y al Sereno.
Queda por hablar del Walther del tenor holandés Henk Noort, una voz más
ligera de lo que era habitual escuchar grabaciones de la época, donde
encontranos a Walther cantado por tenores más heroicos como Ludwig Suthaus
o incluso Max Lorenz. Escuchado hoy día, parece que podría haberse
intercambiado perfectamente su papel con el David de Sallaba; quizás sea
preferible esto a escuchar a un "heldentenor" como Walther, y en todo caso
Noort cumple con corrección, pero para criterios actuales no encontramos
un Walther totalmente satisfactorio en una grabación completa de los
Maestros hasta 1956, con Rudolf Schock en la grabación de Kempe y con
Windgassen en una toma en vivo de Bayreuth. En el lado anecdótico hay que
señalar una confusión en el texto de la "Canción del premio" cuando la
canta por vez primera en el taller de Sachs; aunque estas cosas suelen
ocurrir en versiones en vivo, ya es más raro que afecten al propio título
de la pieza, pues en vez de "Morgendlich leuchtend in rosigem Schein"
escuchamos "Morgendlich leuchtend im himmlischer Pracht", es decir,
confunde el segundo verso del primer período de la canción con el segundo
verso del segundo período.
La edición posee una lujosa presentación, pensada para el coleccionista:
un volumen de unas 250 páginas, con tapa dura, en cuyas "páginas"
iniciales y finales van los discos, y que incluye abundantes fotografías
de la producción y artículos en inglés, francés y alemán.
En resumen, una grabación que, si bien no podría recomendarse como los
primeros Maestros a escuchar o como única versión a tener, sí es
imprescindible para todo aficionado interesado en la evolución de la
interpretación de Wagner, que encontrará aquí verdaderas joyas de un
pasado que se perdió para siempre. Por una vez podemos hacer nuestro el
comentario que aparecee en la portada: "Una grabación histórica traída a
la vida del siglo XXI".
REFERENCIAS:
WAGNER: Los Maestros Cantores de Nurenberg
Hans-Hermann Nissen (Hans Sachs), Herbert Alsen (Veit Pogner), Maria
Reining (Eva Pogner), Kerstin Thorborg (Magdalene), Henk Noort (Walther
von Stolzing), Richard Sallaba (David), Georg Maikl (Kunz Vogelgesang),
Rolf Telasco (Konrad Nachtigall), Hermann Wiedemann (Sixtus Beckmesser),
Viktor Madin (Fritz Kothner), Anton Dermota (Balthasar Zorn), Eduard
Frisch (Ulrich Eisslinger), Hermann Gallos (Augustin Moser), Alfred
Muzzarelli (Hermann Ortel), Carl Bissuti (Hans Schwarz y Sereno), Karl
Ettl (Hans Foltz).
Coros de la Ópera del Estado de Viena. Orquesta Filarmónica de Viena.
director: Arturo Toscanini
grabación: Salzburgo, agosto de 1937
ANDANTE SC-A-3040 (4 CDs)
Distribuidor en España: LRMUSIC
Página web:
www.lrmusic.net
e-mail:
lrmusic@lrmusic.net
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