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Tosca pero refinada
Por
Víctor Pliego de Andrés. Lee
su curriculum.
Tosca. Melodrama en tres actos. Música de Giacomo Puccini. Libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa. Daniela Dessì (Tosca), Fabio Armiliato (Cavaradossi), Ruggero Raimondi (Scarpia), Marco Spotti (Angelotti), Miguel Sola (Sacristán), Emilio Sánchez (Spoletta), Josep María Ribot (Sciarrone), Francisco Santiago (Carcelero), Eliana Bayón (Pastor). Coro y Orquesta Titular del Teatro Real. Director musical: Mauricio Benini. Directora de escena: Nuria Espert. Nueva producción del Teatro Real en coproducción con la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera. Teatro Real, 14 al 31 de enero de 2003. Tosca es uno de los grandes títulos del repertorio que con unos mínimos ingredientes de calidad funciona de maravilla, como las mejores recetas de cocina Así ha ocurrido en esta producción presentada por el Teatro Real de Madrid que ha llenado todas las funciones. Lo más sobresaliente ha sido el reparto vocal, encabezado por Daniela Dessì, con una interpretación rebosante de fuerza, dramatismo y genio. Las contradicciones y los matices del personaje ingenuo y que rápidamente descubre la abyección más completa quedaron perfectamente expuestos. Armiliato tiene una voz preciosa y encarna espléndidamente a Cavaradossi. El círculo se completa con Ruggero Raimondi como el malvado Scarpia, que constituye una de las creaciones magistrales de su repertorio. El segundo reparto, con Ana María Sánchez, Mario Malagnini y Enrique Baquerizo, también triunfó. Y el día 26 de febrero, Raina Kabainsvanska asumió el papel de Tosca para despedirse del personaje en una única y emocionante velada. El maestro y la orquesta aspiraron una perfección que no se alcanzó plenamente, pero que rozaron en algunos excelentes momentos. La puesta en escena de Nuria Espert fue correcta, pero cursi y anticuada. Su máxima virtud fue su humildad y no estorbar, lo cual obtuvo el sincero reconocimiento de un amplio sector del público, cansado de las excentricidades que a veces se ven. La vistosidad de los decorados de Ezio Frigerio, la suntuosidad de los figurines de Franca Squarcipino, y la valiosa iluminación de Vinicio Cheli contribuyeron al éxito de las funciones, que fueron una gozosa celebración operística y vocal. (Fotografía de Javier del Real)
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