Revista mensual de publicación en Internet
Número 49º - Febrero 2.004

Delicado preciosismo

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

Auto de la Sibila Casandra  de Gil Vicente. Versión y dirección: Ana Zamora. Música original, arreglos, dirección musical y vihuela: Alicia Lázaro. Intérpretes: Elvira Cuadrupani, José Vicente Ramos, Fernando Sendino, Daniel Albaladejo, Francisco Rojas. Músicas: Alba Fresno (viola de gamba), Elvira Pancorbo (Flautas), Isabel Zamora (calve). Teatro de la Abadía. Madrid, 8 al 18 de enero de 2004.

Los autos forman parte de una etapa histórica fundamental en la remota gestación del teatro y de la ópera modernos. Fuera de Elche, donde se conserva ese tesoro que el El Misteri y donde cada dos años se celebra un festival de música y teatro medieval, es raro poder ver obras de este tipo. Ana Zamora ha realizado un magnífico trabajo de adaptación y puesta en escena del Auto de la Sibila Casandra del dramaturgo portugués Gil Vicente (1460-1536). Alicia Lázaro la ha secundado eficazmente en lo musical. El texto está lleno de gracia y sintetiza diversos géneros para desembocar en un inesperado retablo navideño. La sonoridad de un lenguaje arcaico pero lleno de frescura es grato al oído. El arreglo realza virtudes y lima las asperezas del texto, que los actores se esfuerzan, ¡y logran!, decir bien. Además bailan y se mueven con agilidad, e incluso cantan, mostrando una versatilidad juglaresca. Alicia Lázaro ha realizado una excelente compostura de músicas de la época, que parecen hechas a propósito para la función y que ella misma interpreta al frente de un cuarteto en directo. El espectáculo está resuelto con austeridad, limpieza y exquisitez en todos sus detalles, todos de calidad. La convocatoria, oportunamente programada en enero por el Teatro de la Abadía, fue una celebración tan interesante como divertida. Todos los artistas cosecharon un inesperado pero muy merecido éxito.