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¿HOMENAJE O NEGOCIO?
Por
Angel Riego
Cue. Lee su
Curriculum.
Todos los cantantes de ópera han grabado siempre discos de repertorios
alejados de lo "clásico", en muchos casos por razones simplemente
comerciales. En ocasiones, la intención se ennoblece en parte cuando estos
discos (de un repertorio para el que se utiliza el término inglés
"crossover") se presentan como un homenaje a músicas que el cantante
escuchaba en su infancia, y que influyeron en su vocación.
Es el caso del tenor francés Roberto Alagna, que creció escuchando a Luis
Mariano, un cantante al que el público español recuerda por sus películas
de los años 50 junto a Carmen Sevilla, como "Violetas imperiales"
o "La Bella de Cádiz", que a veces se reponen en espacios
televisivos del estilo de "Cine de barrio". Luis Mariano, aunque
desarrolló su carrera en Francia, era vasco, nacido en Irún, y triunfaba
en los escenarios parisinos con operetas escritas para su voz por el
compositor Francis Lopez, también de origen vasco, que luego eran llevadas
al cine, de ahí que de las mismas canciones exista versión en francés y en
español por el mismo cantante.
En el presente disco se ha elegido la versión en francés casi siempre,
sólo hay un caso en el que Alagna canta en español, que es la Zambra
Gitana, perteneciente a "Violetas imperiales", y donde al
menos no se le nota acento extranjero, aunque tampoco da la sensación de
entender del todo lo que canta (en cambio la canción que daba título a la
película se escucha en francés, con el título L'Amour est un bouquet
de violettes). Ciertamente, puede parecer un tanto extraño escuchar
en francés el "Méjico, Méjicoooo" (aquí pronunciado Méksico),
perteneciente a "El cantor de México", pero el idioma elegido en
un recital no tiene por qué suponer un reparo.
El verdadero reparo que se le puede poner a este disco, y que es el
habitual cuando los tenores abordan repertorios que no son los suyos, es
otro: el exhibir vozarrón cuando no viene al caso, incluso yendo contra la
propia música. En efecto, el homenaje de Alagna a Luis Mariano no implica
imitar cómo cantaba su ídolo, Alagna canta siempre como Alagna, y lo malo
es que estas músicas de Francis Lopez, muy endebles como obras, sólo se
sostienen cantadas por la voz para la que fueron creadas. Luis Mariano,
con mucha menos voz que Alagna, le daba a estas piezas una delicadeza, un
"tacto" con el que esta música al menos funcionaba, lo que no ocurre con
Alagna, cuyo vozarrón (que ya quisiéramos que exhibiera en la ópera, y no
aquí) hace sonar estas músicas tan "ligeritas" con una retórica que hace
que se caigan, literalmente, a pedazos. En todo caso puede salvarse La
Belle de Cadix, la canción que da título a la obra que fue la primera
colaboración de Luis Mariano con Francis Lopez, y de la que también se
incluye en el disco la canción Maria Luisa, dedicada a la hermana
del cantante.
Aparte de Francis Lopez a quien pertenecen 7 de las 12 piezas de este
disco, se incluyen músicas de otros compositores que también gustaba de
cantar Luis Mariano, de las cuales las de mayor enjundia pueden ser dos
"hits" de Cole Porter, C'est magnifique (que da título al disco)
y I love Paris, cantadas ambas en inglés en un estilo que
recuerda a Plácido Domingo cuando canta el musical de Broadway, en todo
caso pueden ser lo mejor del disco.
Los arreglos orquestales, dirigidos por Yvan Cassar, no son lo peor de
este producto cuyo único interés puede ser el que mucha gente descubrirá
con él al Luis Mariano "auténtico", desde luego muy preferible a
"homenajes" de este tipo.
REFERENCIAS:
"C'EST MAGNIFIQUE"
Roberto Alagna canta a Luis Mariano
DG 00289 477 5569
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