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RATTLE LLEGA A SCHUBERT
Por
Angel Riego
Cue. Lee su
Curriculum.
Después de una temporada en que parecía que los discos de Rattle se iban
espaciando hasta llegar poco más que a una grabación por año, ahora parece
que las cosas vuelven a su cauce, y pese a la crisis general de las
discográficas, al menos el director titular de la Filarmónica de Berlín sí
graba discos (si él no grabara, ¿quién lo haría?).
Ahora aparece la Sinfonía nº 9 "La Grande" de Schubert (que ahora
se nombra como "nº 8", aunque en el CD se respeta la numeración antigua),
poco después de discos dedicados a obras orquestales de Debussy y poemas
sinfónicos de Dvorak, y poco antes de un Heldenleben de Strauss y
unas Sinfonías 1 y 14 de Shostakovich. Parece que poco a poco
Rattle va incorporando el "gran repertorio" a sus registros, y va
acercándose a autores clásicos muy frecuentados en disco aunque para él
sean relativa novedad.
Es el caso de esta Sinfonía final de Schubert, obra muy llevada
al disco y de la que existen unas cuantas versiones realmente grandes, con
lo que uno podría preguntarse, de entrada, qué aporta esta nueva grabación
de Rattle. Tal vez podría pensarse en una aproximación a las versiones
historicistas, que eliminara el peso de la tradición wagneriana (o más
bien bruckneriana, en este caso) y restituyera a esta música su estilo
original, y no el que la posteridad quiso ver en ella, muchos años
después. Y algo de eso hay, cuando escuchamos unos acordes tan suavizados,
tan poco contundentes, que dan la impresión (seguramente falsa) de estar
escuchando a una orquesta mucho menos nutrida de lo habitual. Pero, por
otro lado, encontramos características bien poco historicistas, como un
tempo lentísimo (la obra le dura más que a Giulini y más que a Celibidache
en sus últimas grabaciones, por citar a dos directores con fama de lentos)
o un sonido neblinoso, "elgariano", que puede dar la impresión de lejanía.
En la interpretación de Rattle lo mejor, como tantas veces en él, son los
pasajes "lúdicos" o humorísticos, más que los momentos supuestamente
trascendentales. En general, los dos movimientos intermedios parecen más
logrados que los dos extremos. El Andante, aunque no sea muy profundo,
hecho así es agradable de escuchar y tiene su poesía. El Scherzo tiene su
pintoresquismo y en el Trío (como antes en la conclusión del Andante),
Rattle muestra toda su capacidad de "lejana ironía", esa impresión de ser
la mirada de alguien que está "de vuelta de todo" y que nos recuerda a su
interpretación de la Octava Sinfonía de Beethoven (seguramente la
más lograda de su ciclo).
Menos logrados nos parecen, como se ha dicho, los movimientos extremos,
debido a la manía de Rattle de confundir la delectación poética con lo
simplemente mustio, en muchos pasajes parece que no transcurre el tiempo,
la música queda en "éxtasis", pero eso hay que saber hacerlo bien, Rattle
se eterniza y el oyente acaba pensando que esos desarrollos le duran
demasiado, que no aportan ideas suficientes para justificar tanta
duración. Por otro lado, el oyente acostumbrado a las versiones
"románticas" echará en falta una mayor energía en muchos pasajes, como la
coda del primer movimiento, que quedan aquí un tanto "light". La
Filarmónica de Berlín, dentro de su gran nivel, tampoco es que suene en
uno de sus días gloriosos, aunque parte de la culpa puede tenerla la
frialdad habitual de las tomas de sonido de EMI.
En conclusión, estamos ante una versión que interesará a los seguidores
habituales de Rattle y sus maneras, pero que para un público general sólo
podría ser recomendable si se buscara una grabación digital y no se
encontrara alguna de las alternativas más recomendables dentro de las DDD
(por ejemplo, la de Solti). En grabaciones más antiguas, las alternativas
preferibles son bastantes más, desde las de Barbirolli, Giulini, Szell o
Argenta (casi todas descatalogadas o difíciles de encontrar menos la
última, en la serie "Grandes Directores" de EMI) y sobre todo la grabación
"mono" de 1951 de Wilhelm Furtwängler, que sigue siendo "la mejor".
REFERENCIAS:
SCHUBERT: Sinfonía nº 9
Orquesta Filarmónica de Berlín.
Director: Simon Rattle
EMI 0946 3 39382 2 9
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