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EL RETORNO DE JUAN DIEGO FLÓREZ
Por
Angel Riego
Cue. Lee su
Curriculum.
Oviedo, Auditorio Príncipe Felipe. 8 de noviembre de 2007. Recital de
Juan Diego Flórez, tenor, con Vincenzo Scalera, piano.
Volvió a Oviedo el famoso tenor peruano, esta vez cantando a beneficio de
los damnificados en el reciente terremoto en su país, en agosto pasado. El
programa era muy similar al de su presentación en el Campoamor en el 2004,
con obras de autores belcantistas y de compositores peruanos, a los que en
esta ocasión se añadieron las canciones de Tosti, tan habituales en
recitales de tenores.
No decimos nada nuevo al afirmar que Flórez se ha convertido en el mejor
tenor de la actualidad para el repertorio belcantista, y de ello tuvimos
una nueva muestra en el Auditorio el día 8: exquisita musicalidad (qué
forma de apianar), agudos limpios y bien colocados, encontrando matices en
cada obra... Para tenerlo todo quizás le faltaría solamente profundizar
más en la vena dramática de estos papeles, y ahí el recuerdo de Kraus
sigue estando presente. De cualquier modo, ya fuera en el repertorio
belcantista (el "Spirto gentil" de La favorita cantado en
francés, arias de Lucrezia Borgia, Linda de Chamounix y
Bianca e Fernando), en las canciones peruanas (como "La flor
de la canela", donde tampoco se privó de la exhibición de agudos como
si estuviera cantando belcanto) o en las piezas de Tosti, cantadas con
gran sensibilidad, Flórez volvió a demostrar su maestría, en un recital
que también incluyó piezas de concierto no operísticas de Bellini y
Rossini (de este último, una pieza para piano solo que sirvió para darle
mayor protagonismo al acompañante, el habitual y siempre excelente
Vincenzo Scalera. Como propinas, "La donna è mobile" y la
habitual "Ah, mes amis" de La fille du régiment, aunque esta vez
cantada en italiano ("Amici miei"), con su despliegue de pirotecnia vocal
en los nueve "dos".
En conjunto, creemos que resultó más emocionante la actuación en el
Campoamor de hace tres años, pues entonces estábamos ante una revelación y
ahora ante la confirmación de lo ya sabido. No obstante el público
disfrutó con el recital, aunque el aforo del Auditorio estuvo lejos de
llenarse.
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