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ELINA GARANCA FICHA POR DG
Por
Rubén Flórez
Bande
La joven mezzosoprano letona Elina Garanca (n. 1976) ha dado el salto de
la compañía inglesa, Virgin a la Deutsche Grammophon. Para el estreno, el
sello amarillo ha tirado la casa por la ventana, y ha dispuesto para la
cantante de acompañantes de la talla de la Staatskapelle Dresden, con su
titular Fabio Luisi, y solistas de la talla de Diana Damrau o Adrianne
Pieczonka. La selección es bien variada, y se pueden escuchar piezas de
múltiples estilos, casi todas ellas del repertorio de la mezzo-soprano.
Del repertorio italiano, dos piezas de Rossini: la escena final de La
Cenerentola, y la Cavatina de Isabella “Per lui che adoro”, de La
italiana en Argel. Las cadenzas y coloratura empleadas, como se
anuncia en el libreto, son de la misma Garanca y de Fabio Luisi. En la
escena de La Cenerentola, la Garanca muestra una voz redonda,
discreta, pero con encanto; la elección de la coloratura no es muy
virtuosística, más preocupada por la línea melódica que por las
agilidades, una buena elección; el “Rondó” final está resuelto con soltura
y elegancia. La orquesta suena algo pesada y densa en estas obras, no muy
familiarizada con ellas. Tanto los solistas que la acompañan (Flade,
Liebmann, Licht y Tuma) como el coro, cumplen decentemente.
En la cabaletta de La italiana en Argel se dan más o menos los
mismos resultados, podría pedirse algo más de humor por parte de la
cantante y, claro, algo más de chispa por parte de la orquesta. Aun así,
hay morbidez y elegancia. El único problema es el Lindoro de Rafael
Harnisch, algo leñoso y chirriante, en cambio Dominik Licht como Taddeo y
Matthias Beutlich como Mustafá, cumplen perfectamente.
Del repertorio francés se incluyen tres páginas, la “Escena de la carta”
de Charlotte, en el Werther de Massenet, la “Romanza” de
Nickalusse, de Los cuentos de Hoffmann de Offenbach, y el “Rondó”
de la Gran Duquesa de Gérolstein, de la opereta del mismo nombre, también
de Offenbach.
El Werther es uno de los caballos de batalla de la mezzo letona,
y se nota: dramatismo contenido, emoción, y la elegancia de siempre, da
gusto escucharla frasear en esta escena, llega a emocionar, pero sin caer
en histrionismos. Aquí la orquesta sí acompaña convincentemente, no así en
el aria de Los cuentos de Hoffman algo falta de fantasía, en
cambio la cantante, consigue un efecto ensoñador muy interesante, aunque
quizás demasiado estático…
El “Rondó” de La Gran Duquesa tiene gracia, chispa, y el toque
pícaro necesario, la orquesta y coro también se entregan. Aunque uno se
imagina a Duquesa con un timbre algo más viejo, la juventud de la Garanca
tampoco le hace restar puntos.
También, curiosamente, en este disco recopilatorio se incluye el
repertorio latino. Villa-Lobos está representado por la “Cantilena” de su
Bachiana Brasileira nº 5 (una lástima que no se incluya la obra
completa, ya que el disco no llega a la hora de duración). La versión es
para orquesta de cuerda, y no la tradicional para grupo de violoncellos.
Garanca, con un aceptable portugués, moldea muy bien esta pieza, muy bien
resuelta técnicamente, sin perder de nuevo la elegancia.
Aún más curiosa, si cabe, la inclusión de Chapí y Montsalvatge. Del
primero las ”Carceleras" de la zarzuela Las hijas del Zabedeo
donde la Garanca se permite alguna acentuación en andaluz, y cierto
“salero”. La dicción en castellano también es bastante solvente, aunque la
orquesta y dirección se ven algo cuadriculadas a la hora de afrontar estos
ritmos españoles. Y de Montsalvatge, el Madrigal sobre un tema popular
que no es ni más ni menos que ”El cant dels ocells” que llevara
por medio mundo Casals con su cello, y precisamente es el cello de Casals,
pero en este caso en manos de Peter Bruns, quien acompaña a la cantante.
Tanto él como Garanca, dan todo un recital emotivo. El catalán de la
Garanca es algo afrancesado, puede que sea lo más criticable, pero aun así
todo un lujo.
Y por fin, la pieza mejor tratada del disco, la escena final de El
Caballero de la Rosa de Richard Strauss, desde el Trío hasta el
final. Aquí acompañan a la Garanca (que hace el papel de Octavian) Diana
Damrau en el papel de Sophie, y Adrianne Pieczonka que recrea a la
Mariscala; Dominik Licht se encarga de la frase de Faninal. Lo más
destacado, sin duda, volver a escuchar a la Staatskapelle hacer un sensual
y emotivo Strauss, olvidando así los ominosos de Sinopoli (de la pequeña
interinidad de Haitink no le recordamos ningún Strauss). Luisi es un
director con oficio y sabe sacar mucho jugo de esta escena, quizás algo
más de “chispa”, de nuevo, tampoco hubiese venido mal. El trío de voces,
de lo mejor que se pueda encontrar en la actualidad; un pequeño
inconveniente puede ser la voz de la Pieczonka, muy lírica, y con poco
peso, pero aun así muy bella. Garanca está convincente, y la Damrau, con
esa voz ligera y a la vez con cuerpo, es todo un lujo, que cierra con
broche de oro este disco.
En resumen, Garanca es una voz del momento, digna, que convence, con
elegancia, sin tampoco decir nada que no se haya escuchado ya. Seguramente
deparará sorpresas en el futuro, si no se echa a perder antes… pero de
momento habrá que esperar, aunque los pasos van bien encaminados.
REFERENCIAS:
“ARIA CANTILENA” Obras de: Chapi, Massenet, Offenbach, Rossini,
Villa-Lobos, Montsalvatge y R. Strauss.
Elina Garanca, mezzosoprano.
Staatskapelle Dresden
Fabio Luisi.
DG 477 6231
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