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Nubes y claros
Por Josefa Montero
García.
Salamanca:
Centro de Artes Escénicas y de la Música. 31 de Octubre de 2007. L. V.
Beethoven: Obertura “Egmont” , Op. 84; J. S. Bach: Concierto
nº 1 para piano y orquesta en re menor, BWV 1052; F.
Mendelsohn-Bartholdy: Sinfonía nº 3 “Escocesa”, Op. 56.
Intérpretes: Orquesta
Filarmónica de Turín. Daniel
Levy, piano. Inma Shara, directora.
Dentro de la
programación de la Obra Social de Caja Duero, y con motivo del Día
Universal del Ahorro, hemos tenido ocasión de ver, por segunda vez en
Salamanca, a la conocida directora alavesa Inma Shara, muy esperada por
los melómanos salmantinos tras la buena impresión que dejó el año pasado
al frente de la Orquesta Sinfónica Checa.
En esta ocasión, y con
el auditorio abarrotado pese a ser víspera de puente, el programa
comenzó con Beethoven y su obertura Egmont, una interpretación
que a algunos nos dejó algo fríos, dándonos la impresión de poca
compenetración entre orquesta y directora, cuya amplia gesticulación no
parecía corresponderse con el sonido. La situación empeoró ante una
version pianística un poco plana y aburrida del Concierto nº 1
para clave de Bach, que no hacía justicia al gran músico del Barroco.
Al final de esta
primera parte, escuché decir a una señora: “yo no he vibrado”, y estuve
de acuerdo; y no era sólo por no haber oído la obra de Bach en versión
original pues, aunque muchos la preferimos en el clave, nos olvidamos de
él ante la maestría de algunas versiones con piano.
Afortunadamente todo
cambió en la segunda parte del concierto cuando comenzó la Sinfonía
Escocesa, aquí creo que todos vibramos, vimos a Shara meterse dentro
de esta maravillosa música y fundirse con la orquesta. He leído
entrevistas con esta joven directora en las que manifiesta una gran
admiración por el Romanticismo y, en especial, por Mendelsohn y esta
Sinfonía, y eso se notaba. El público correspondió con
entusiasmo, y empezamos a sentir que este Mendelsohn no sólo había
salvado del olvido al gran Bach, nuestro “Padre de la Música”, sino que
ahora intercedía por nosotros ante él y conseguía al fin que
disfrutáramos del espectáculo.
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