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ESSENTIAL CLASSICS SE PASA AL DIGITAL Por Angel Riego Cue y "Don Profondo"
Este nuevo lanzamiemto de la serie "Essential Classics" de Sony es ya el segundo en lo que va de año, pues en el número de marzo pasado de Filomúsica ya comentamos una anterior entrega. Decíamos entonces que esta serie, que es la más barata que edita Sony Classical, a veces nos depara agradables sorpresas, consistentes en la reedición de algunas de las grabaciones clásicas de la antigua CBS, aún no traspasadas a CD, o que estaban inencontrables. En este caso no es así, pues 9 de las 10 referencias de este lanzamiento son grabaciones digitales en origen, que se publicaron en CD hace poco, y que en un corto intervalo de tiempo han pasado de precio alto a económico. ¿Tal vez la apuesta de los sellos grandes sea dar grabaciones digitales a precios muy asequibles para competir de alguna manera con Naxos? Sin pretender contestar a esa pregunta, pasamos a reseñar 6 de las novedades del presente lanzamiento. El Arte
de la Fuga de Bach es una obra que, por no tener indicada explícitamente
una instrumentación, se presta a todo tipo de
"experimentos". En esta ocasión nos encontramos una versión
para conjunto de metales grabada en 1987 por el Canadian Brass, una
opción que nos permite escuchar bien toda la rica polifonía de la
obra y que le da un aire que nos recuerda a las composiciones
venecianas de los Gabrieli. La obra llega hasta el Contrapunctus 14,
interrumpiéndolo en la parte que lo dejó Bach, y finaliza, según
una antigua tradición, con el preludio coral "Ante tu Trono me
presento", que en la mayoría de las grabaciones no se considera
formando parte del Arte de la Fuga. Siempre es grato, y más en este año del centenario de Verdi, escuchar un programa de oberturas y preludios del maestro de Busetto a la Orquesta de la Scala (aquí bajo el nombre con el que da conciertos sinfónicos, es decir, "Filarmónica de la Scala") y el máximo director verdiano de la actualidad, Riccardo Muti. Nos ofrecen varias de las páginas más conocidas de entre las oberturas del Verdi de madurez, que en parte han pasado al repertorio de cualquier orquesta (La forza del destino, Las vísperas sicilianas) o simplemente nos despiertan la admiración por su escritura, como en Ballo in Maschera, Aida (el Preludio definitivo) o la misma Traviata (los Preludios de los Actos I y III); junto a ellas hay oberturas del Verdi de los "años de galera", más convencionales y con más "tachún-tachún", como Attila, Giovanna d'Arco, Battaglia di Legnano, Masnadieri o las algo más logradas Luisa Miller y Nabucco. En conjunto, un programa de Oberturas de Verdi de los más completos que se pueden encontrar, sólo superado en extensión por el que grabó Karajan con la Filarmónica de Berlín (las oberturas y preludios completos de Verdi en un álbum de 2 CDs). No descubrimos ningún secreto si decimos que la Orquesta de la Scala está muy lejos de tener el poderío y el virtuosismo de las grandes orquestas de Europa (Filarmónicas de Berlín o Viena, Sinfónica de Londres, Concertgebouw de Amsterdam, etc.), y por tanto en estas interpretaciones no se aprovechan al completo las oportunidades de lucimiento orquestal que dan estas obras. En su lugar, se va a versiones casi siempre de carácter lírico, incluso llegando a la languidez en alguna ocasión (Preludio III de Traviata). Sin embargo pocas orquestas del mundo tendrán el dominio del "idioma" verdiano que tiene la Scala (y pocos directores conocerán a Verdi como Muti), y eso cuenta favorablemente en el resultado: a título de ejemplo, si comparamos la obertura de Nabucco aquí incluida con la del ciclo de Karajan, el poderío de la orquesta berlinesa es muy superior, pero cuando aparece citado el tema del coro "Va, pensiero", en Muti suena auténticamente a "Va, pensiero" y en Karajan suena a otra cosa. Un disco, por tanto, abiertamente recomendable, y más aún a este precio (la edición original salió en 1995). El que este
nuevo lanzamiento de Essential Classics incluya tres discos
relativamente recientes protagonizados por una de las más grandes
estrellas de Sony Classical en la actualidad, el aún joven director
Esa-Pekka Salonen (Helsinki, 1958), resulta ilustrativo de hasta qué
punto los sellos importantes tienen que exprimir hasta las últimas
gotas de su catálogo en reediciones a buen precio para hacer frente a
la crisis de ventas. Fenomenal para el comprador, claro, pues puede
hacerse con verdaderas joyitas por muy poco dinero, lo que no impide
que de vez en cuando se cuele algo de bisutería.
Es el caso de la amplia selección del ballet Romeo y Julieta
de Prokofiev que el finlandés grabó al frente de una suntuosa Filarmónica
de Berlín en 1986, registro muy difícil de encontrar en los últimos
tiempos y que ha resultado ser una gran decepción. No sé si por
inmadurez (desde luego por aquellas fechas hacía un Nielsen fantástico)
o más bien por falta de afinidad al universo sonoro del compositor
soviético, lo cierto es que se mostró extremadamente irregular en su
labor. Así, en este disco podemos encontrar momentos excepcionales,
de un lirismo arrebatador digno del mejor Celibidache o de una fiereza
y garra que nos hace pensar en el Abbado de los buenos tiempos, pero
también páginas leídas precipitadamente, deslavazadas, incoherentes
en sus tempi y carentes de concentración. Dado que por el mismo
precio está la antológica grabación de Muti (EMI Red Line), ésta
ha de interesar, por aquellos pocos números magistrales
-impresionante muerte de Teobaldo, por ejemplo- sólo a los que
sentimos especial devoción por la partitura. A título
informativo, señalemos las otras referencias que incluye el presente
lanzamiento: Los dos primeros cuartetos de cuerda de Mendelssohn por
el Juilliard, las sinfonías 2 y 6 de Sibelius por Maazel, una selección
del "Lago de los Cisnes" de Tchaikovsky dirigido por Tilson
Thomas y un recopilatorio del flautista Jean-Pierre Rampal.
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