MOULIN ROUGE

Por Carlos Infante.       

Cuando tuve ocasión de ver en el pasado mes de Junio MOULIN ROUGE la verdad es que no sabia si estaba ante una gran película o ante una sucesión de imágenes carentes de sentido alguno más allá de su cuidada elaboración visual. Por lo tanto decidí ver la película una segunda vez fijándome en los detalles, ya sin el factor sorpresa como enemigo.

Este segundo visionado me ha permitido comprobar y afirmar que estamos ante una de las más interesantes películas de los últimos años y ante uno de los mejores musicales de los últimos años, posiblemente lo mejor desde PRINCIPIANTES (Absolute Beginners).

Muchas veces he mantenido, contra el criterio de muchos compañeros, que el genero musical es el genero más puramente cinematográfico que existe, fundamentalmente porque permite un grado de 'fantasía' muy superior a cualquier otro género. La mezcla de realidad y ficción se suceden de forma imposible para cualquier otra historia, unidos por un nexo común llamado música.

Por eso no debe extrañarnos lo más mínimo que una historia ambientada en 1900 incluya una sucesión de anacronismos imposibles, que solo pueden aceptarse si nos dejamos envolver por la historia y narrativa propuesta. Por unas imágenes de inusual belleza y composición plástica. Una obra que sólo la Fox puede financiar.

Ya centrándonos en lo que es la música, lo primero que debo comentarles es que si no han visto la película lo más posible es que el CD aislado no les diga demasiado, por tratarse de una sucesión de canciones, más o menos modernas, al estilo 'popero' poco usual en el musical clásico.

Ha de tenerse en cuenta, que una Banda Sonora esta diseñada para servir de acompañamiento a una sucesión de imágenes, a unos números musicales coreográficos que en esta ocasión resultan tan perfectos como la sincronía de un reloj suizo. Un deleite donde lo que menos importa es lo que se cante en 1900, o cómo comienza la película al modo del cine de principios del siglo pasado.

En cuanto a los temas incluidos en el CD, al margen de lamentar la ausencia del inusual 'can-can' que nos brinda la película, quiero destacar por ejemplo 'Sparkling Diamonds' interpretado por la propia Nicole Kidman en un número memorable; o 'Elephant Love Medley' cantado por Ewan MacGregor y Nicole Kidman. Deliciosas versiones que junto a las imágenes forman un todo casi perfecto.

No quiero eternizarme con la película y su música, dos elementos indisolubles en esta obra. Tan sólo, y a modo de recomendación, les sugiero vayan al cine a verla a partir del día 11, déjense atrapar con su magia, trasciendan la simple apariencia, y finalmente adquieran la banda sonora y recuerden mientras la escuchan como la música pop, como Madonna, puede ser algo más que una simple canción. Además Universal España nos ha obsequiado con dos temas adicionales no incluidos en la edición americana.

Lo dicho: MOULIN ROUGE simplemente imprescindible.