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Cosí... en la tela de araña Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. Così
fan tutte, ossia La scuola degli amanti. Dramma
giocoso
en dos actos. Música de Wolfgang
Amadeus Mozart (1756-1791) y libreto de Lorenzo
da Ponte. Véronique
Gens (Fiordiligi),
Carmen Oprisanu (Dorabella),
Charles Workman (Ferrando),
Pietro
Spagnoli (Guglielmo),
Isabel
Monar (Despina),
Alessandro Corbelli (Don
Alfonso).
Coro y Orquesta
Sinfónica de Madrid. Director
musical: Jesús
López Cobos. Director
de escena: Josep
Maria Flotats.
Nueva
producción del Teatro Real en coproducción con el Gran Teatre del Liceu.
Teatro
Real, Madrid, diciembre de 2001. El matrimonio entre la música y el teatro ha vuelto a reñir en el Teatro Real. La producción de Così fan tutte presentada en el coliseo madrileño ha contado con una dirección musical de altura en contraste con una fastidiosa puesta en escena. El sexteto vocal del reparto principal hizo un trabajo fenomenal. Su compenetración y equilibrio quedó patente en los bellísimos números concertantes, que son parte de lo más exquisito de esta gran obra mozartiana y que también lo fueron en esta versión. López Cobos desplegó todo su talento con la sensibilidad que le caracteriza, llevando la Orquesta Sinfónica de Madrid con mano segura al límite de sus posibilidades. Los músicos tuvieron momentos brillantes, pero en otros no pudieron ocultar algunas de sus evidentes limitaciones. Durante esos días, el maestro estuvo cavilando sobre la posibilidad de aceptar o no la dirección musical del teatro. Últimamente ha tenido repetidas ocasiones de trabajar con la Sinfónica para descubrir lo mejor y lo peor que hay en ella. Desde el punto de vista musical, la producción fue casi redonda. Sin embargo, la dirección escénica de Josep Maria Flotats resultó un fiasco. Tenía, sin duda, ideas muy dignas de aprecio: explorar el lado oscuro del amor; enfatizar la infidelidad y las debilidades humanas; conectar con don Juan; jugar con las metáforas textiles del enredo y de la tela de araña; resaltar los contrastes... Pero tan excelentes intenciones quedaron malogradas por cierta falta de teatralidad, una mímica convencional, una realización plástica desabrida y un cúmulo de pequeñas inconsecuencias que no se ajustaron a los objetivos sugeridos. Aún así, música y libreto sobrevivieron al experimento con éxito y lograron conmover. Es difícil, casi imposible, neutralizar el efecto de una música tan poderosa. El gran reto de la ópera es acertar en todas las dianas. No siempre se consigue aunque aquí estuvieron cerca de lograrlo. La música triunfó sobre el teatro y la ópera se quedó en tablas. (Fotografía
de Javier del Real)
Próximos
espectáculos del Teatro Real 12
a 24 de enero
Pelléas et Méllisande de Debussy
Producción del Grand Théâtre de Ginebra 14
de febrero a 6 de marzo
Falstaff de Verdi
Producción del Teatro alla Scala de Milán |