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Los ciclos de
lieder de Schubert (II) Por Elisa Rapado. Lee su curriculum. Las
formas musicales: Uno
de los elementos fundamentales en la renovación del género lied llevada
a cabo por Schubert, radica en su capacidad de innovación en el ámbito
formal. En efecto, vemos que a principios del siglo XIX, el género lied
se consideraba una propia forma musical. Aunque la terminología contemporánea
para el análisis mantiene la nomenclatura “forma lied” para las
estructuras musicales ABA, Schubert no se deja limitar ni por las formas
musicales al uso ni tampoco por las estructuras métricas del poema. Estudiar
de un modo exhaustivo, relacionando poema y música, las formas creadas
por Schubert, sería de gran interés, pero excede el ámbito de este artículo,
porque este análisis necesitaría conocimientos filológicos. Sí es
posible enumerar las formas más habituales de lied[1]:
-
Lied estrófico. A
cada estrofa del poema corresponde la misma melodía y acompañamiento.
Este esquema puede ampliarse, o tomar la forma ABA (entendiendo B como
sección de contraste o bien de desarrollo). Existen más posibilidades,
como sucede en el primer lied del ciclo Winterreise,
Gute
Nacht, lied que repite varias estrofas
con idéntica música y en las dos últimas plantea una en dinámica forte
y otra en modo mayor, consiguiendo así un asombroso contraste. Son posibles otras variaciones, como ornamentaciones o
cambios en el acompañamiento (como sucede en el sexto lied del ciclo Schwanengesang , In der Ferne). -
El esquema estrófico
puede ampliarse, convirtiéndose el lied en estrófico- ampliado o
desarrollado. Sin embargo, la ampliación de la forma musical del lied
mediante estructuras contrastantes o de desarrollo no suele coincidir con
la estructura métrica del poema, sino que parte, habitualmente, del
contenido poético. Dentro de esta estructura encontramos también
aquellos lieder que presentan dos estrofas iguales, pero con un
alargamiento de la segunda. -
La estructura de los
lieder más valorados de este compositor no responde a ninguna de estas
dos formas, en las que he tratado de simplificar[2]
las variantes formales posibles del lied. El contenido es la causa del
peculiar funcionamiento de estos lieder, que tienden a ser discursivos,
con un punto culminante, que coincide con el instante de máxima tensión
textual. Normalmente se trata de poemas con un profundo contenido emotivo,
dramático o pscológico. La impresión que producen los lieder de estas
características es que no hay estructura, pese a que se escuchan
paralelismos que dan continuidad al discurso
musical. Son lieder cuyo argumento textual y musical necesita de un
planteamiento abierto y evolutivo para crear efecto en el oyente. Es el
caso del lied Gretchen
am Spinnrade, donde el mayor énfasis
textual se plasma por medio de la música con una progresión ascendente y
sucesivas modulaciones que producen la sensación climática que requiere
el grito de la joven, sein Küss! (su beso). También sucede con el lied Earlkönig, en el que la tensión se concentra en el grito desesperado
del niño que es raptado por el Rey de los Elfos. Salvando
las distancias, bien podríamos relacionar las múltiples posibilidades
formales de los lieder con las de los últimos cuartetos de Beethoven, ya
que, tanto Schubert como Beethoven evitan partir de regularidades
preconcebidas, porque parten de infinitas actitudes hacia la música. El papel de la melodía:Constatar
la extraordinaria riqueza y belleza melódica de los lieder de Schubert ha
sido una preocupación habitual de todos los estudios sobre estos. Por
desgracia, algunos autores han extraído de esta belleza, en ocasiones un
tanto ingenua, la conclusión de que los lieder de Schubert pueden
reducirse a una bella melodía, pastoral, “primaveral”, sin demasiadas
consecuencias. Esto es un grave error y una falsificación de la realidad.
Incluso los lieder en apariencia más despreocupados, con una amplio
cantabile, con un texto de lo más trivial, Schubert siempre trata de
extraer un sentido secreto, una simbología plena de significado. De
hecho, algunos de los lieder más trágicos plantean las melodías más
hermosas. Hemos
de decir, sin pretender desprestigiar la obra de ningún otro compositor,
que la facilidad para componer melodías fue un don natural que no
poseyeron todos los compositores, incluso mundialmente famosos, que
dedicaron todo su afán musical e intelectual a otros elementos de la
composición, como la innovación armónica. La falta de esta cualidad
natural para crear melodía hizo que algunos de los estudiosos de estos
compositores (por supuesto, no los propios compositores) considerasen la
melodía como un factor poco menos que intrascendente. En
el caso de Schubert, la melodía no es una línea superficial: tiene una
construcción, un sentido y se configura de un modo tan intelectual y
culto como cualquier otro elemento de la composición. De hecho, esta
belleza melódica siempre viene unida a un acompañamiento pianístico
brillante y creativo, un empleo eficaz e inteligente de las modulaciones y
cualidades armónicas, etc. La
voz, en su discurso, puede plantear la forma de la composición completa,
y llevar el peso de toda la composición. Otras veces, puede ser más
reiterativa, en cuyo caso, los cambios en el acompañamiento darían la
variedad compositiva. El movimiento del canto no suele presentar saltos
amplios, que generalmente se reservan para los momentos cumbre. Schubert
tiende a evitar también una excesiva ornamentación, así como los tópicos
musicales, derivados, más o menos lejanamente, de los convencionalismos
retóricos de la teoría de los afectos, como son la sematización del
intervalo de séptima descendente como sinónimo de angustia etc. Los
remedios generalmente son sencillos y sugerentes. La
intensidad expresiva del canto recae en los siguientes factores: -
El acento musical
suele recaer en el acento textual. También el discurso de frase musical
se relaciona con la frase textual. Se realzan las palabras más
significativas. En los instantes más complicados declamatoriamente,
Schubert analiza el poema y ofrece, generalmente, la solución más
musical, que en muchos casos contradice la pronunciación exacta del
texto. Esto ha llevado a autores como Wolf a hablar de los errores
declamatorios schubertianos, pero quizá sea una exageración, ya que sólo
se plantea esta dialéctica enfrentada entre texto y música en momentos
muy determinados. -
Los periodos melódicos
suelen ser claros y bien delimitados, sin perderse por ello la continuidad
melódica. Como ejemplo, elegido al azar, el primer lieder de Schwanengesang, Liebesbotschaft. (los periodos subrayados indican la longitud de la frase
musical, las comas superiores las respiraciones establecidas): Rauschendes
Bächlein, so silbern und hell'
murmurante arroyuelo, tan plateado y claro, Eilst
zur Geliebten so munter und schnell?'
hacia la amada corres tan alegre y veloz? Ach,
trautes Bächlein, mein Bote sei du'
ay, fiel arroyuelo, sé tú mi mensajero Bringe
die GrüBe des Fernen ihr zu.'
llévale saludos del que está lejos. All
ihre Blumen, im Garten gepflegt,'
A todas sus flores, cuidadas en el jardín, Die
sie so lieblich am Busen trägt,'
que ella lleva tan suavemente en el pecho Und
ihre Rosen in purpurner Glut,
y a sus rosas de ardiente púrpura, Bächlein,
erquicke mit kühlender Flut.'
Arroyuelo, alívialas con tu fresca corriente. Como salvedades a este esquema tan regular, podemos citar que
Schubert enlaza la primera y la segunda estrofa, de forma que la
respiración entre una y otra es tan corta como entre un verso y otro, sin
plantearse una cadencia cerrada. Esto puede ser porque también el poema
mantiene la unidad temática entre ellas. En este lied, por ejemplo, no se
respetan las comas con leves respiraciones, pero lejos de plantear un
problema de adecuación musical y textual, es un ejemplo de la relación
de ambos, porque se trata de comas de vocativo, que no se efectúan en la
lengua hablada. La única cadencia cerrada se efectúa sobre la última
palabra de la última sílaba, como corresponde al discurso evolutivo del
poema. Este lied lleva una velocidad moderada. No obstante, la
estructura de frase se respeta en todos los demás lieder, más lentos y más
rápidos. -
Se emplea con
frecuencia la repetición. Schubert, como todos los compositores que
utilizaron las técnicas de variación y desarrollo, conoce la dificultad
que supone repetir diciendo algo nuevo. -
Algunas entonaciones
nos recuerdan al recitativo italiano, cuestión que no es extraña si
pensamos que Schubert había estudiado con Salieri. Al analizarlas,
obsrvamos el curioso empleo que puede llegar a hacer de ellas. Tomemos,
como ejemplo, el lied Frühlingstraum, undécimo del ciclo Winterreise. El texto de las dos primeras estrofas es el siguiente: Ich
träumte von bunten Blumen,
Soñé con flores coloridas, So
wie sie wohl blühen im Mai,
como las que florecen en Mayo Ich
träumte von grünen Wiesen,
soñé con verdes prados, Von
lustigem Vogelgeschrei.
con el gracioso canto de los pájaros. Und
als die Hähne krähten,
Y cuando cantó el gallo, Da
ward mein Auge wach;
abrí mis ojos, Da
war es kalt und finster,
estaba frío y oscuro, Es
schrien die Raben vom Dach.
graznaban los cuervos en el tejado. Las palabras de la primera estrofa, envueltas en un tejido
vocal e instrumental de tesitura cómoda y armonías, frases y periodos
muy claros y cerrados, contrastan abruptamente con el árido paso al modo
menor, y un acompañamiento seco y contundente, que se produce súbitamente
con el inicio de la segunda estrofa. Pero Schubert no se limita a este
contraste, ya de por sí bastante eficaz: Las palabras Von lustigem
Vogelgeschrei, que evocan el canto de los pájaros, se repiten dos veces,
ornamentándose la línea la segunda vez con una cadencia operística, que
recuerda en todo a la melodía italiana. Esta ornamentación italianizante
hace aún más brusco el contraste con la segunda estrofa. Planteo un único ejemplo, pero creo que define a la perfección
los recursos tan parcos y útiles con los que Schubert puede crear una
tensión extraordinaria. -
Las frases surgen de
un modo que denota intuición y naturalidad. Se evitan los excesos
expresivos que puedan caer en el amaneramiento. -
Sólo en los últimos
lieder encontramos arrebatos vocales, que tratan de subrayar el dramatismo
de las escenas relatadas por los lieder, o los desequilibrios emocionales
y psicológicos de los protagonistas. Todas estas licencias expresivas
obedecen, pues, a una necesidad textual.
El papel del acompañamientoUno
de los aspectos más interesantes de los lieder lo encontramos en los
diferentes papeles que puede representar el acompañamiento pianístico.
Los esquemas de acompañamiento estricto, en los que el piano no se
equipara a la línea vocal, ya presentan posibilidades muy variadas, pero
la riqueza de su aportación es mucho mayor. El piano, en su aparición,
puede plantear los siguientes papeles: -
Puede sujetar las
armonías bajo el canto, de un modo sincopado, repetitivo, con acordes
fundamentales y sus inversiones, sin notas de paso,
cromatismos ni otras variedades de acompañamiento. También puede
constituirse mediante un esquema repetitivo, pero con elementos armónicos
que le den variedad. -
Otra opción de
acompañamiento puede ser una corriente
de armonía ininterrumpida, ya sin esquemas rítmicos claros. -
Puede ser un discreto
actor secundario, con alguna intervención polifónica, repitiendo alguna
línea vocal en eco, o con pequeñas intervenciones solistas después de
las cadencias vocales. No obstante, Schubert
tiende a equiparar la importancia de la intervención pianísitica a la de
la voz. Generalmente, dentro de los esquemas y las repeticiones hay
siempre elementos que dan una gran riqueza y variedad a los lieder, aunque
en una primera audición una persona, incluso altamente formada como músico,
tenderá a fijarse en la línea melódica. La línea por sí sola no podría
dar sentido a todos los elementos que intervienen en el lied. Citamos a
continuación algunos de los elementos que otorgan un papel fundamental a
la intervención del piano: 1.
La inserción de
formas fijas de acompañamiento (un esquema rítmico o bien rítmico-melódico,
como puede ser el lied número 13 del Schwanengesang, Der Doppelgänger, que plantea un esquema en forma de coral). 2.
La creación de vacíos
sonoros, huecos, después de haber establecido una corriente armónico-melódica
durante un largo tiempo previo. Esto es así, por ejemplo, en el final del
lied Earlkönig, cuando en el texto surge la idea de la muerte. 3.
Un incremento de la
tensión armónica mientras la línea vocal todavía mantiene un tono
despreocupado o ligero. En este caso, el discurso del piano se convierte
en una premonición o aviso. 4.
Establecer obstinatos
que recalquen una idea del texto: la rueca de Margarita, por ejemplo, en
el lied Gretchen
am Spinnrade, aparece
ejemplificada en una estructura circular en el acompañamiento pianístico.
La máxima tensión dramática aparece en el lied Earlkönig
representada por la brusca dialéctica entre los ritmos binario y ternario
a una velocidad extrema en un acompañamiento que aparece, además, en
octavas[3].
5.
Se pueden introducir
pasajes que varíen y complementen la melodía del canto. 6.
En relación con el
recurso anterior, la melodía pianística puede oponerse a la del canto. 7.
Aparecen pasajes a
solo, entre las estrofas o incluso entre los versos, en los que aparece la
parte vocal, en forma de interludios o codas a dicha parte, o bien el
propio acompañamiento ornamentado, o pasajes musicales de nueva creación.
8.
Oponiendo diferentes
papeles: el piano puede tratar de evocar timbres de instrumentos
orquestales, como sucede en el lied número 13 del ciclo Winterreise, Die Post,
donde el sonido del piano evoca el timbre de la corneta. El piano puede
aparecer también creando su propia melodía acompañada, texturas polifónicas
y otros elementos de escritura para piano solo. El papel de la armoníaA
través del tratamiento armónico, Schubert conduce el texto hacia sus
momentos climáticos. Las notas decisivas de la armonía, por ejemplo, la
tercera nota de la escala cuando estamos modulando de mayor a menor,
pueden aparecer tanto en el canto como en el piano. Dicho de otra manera,
también la línea vocal puede presentar las innovaciones armónicas, pese
a ser una línea monódica. La
armonía de Schubert comprende algunas de las características del primer
romanticismo. No obstante, sí encontramos algunas licencias novedosas,
que tendrán amplia repercusión en los compositores posteriores: -
Se tiende a modular y
establecer los desarrollos en los ámbitos de las mediantes, tanto la
tercera como la sexta de la tonalidad principal. -
Se plantean
cromatismos en la melodía que coinciden con armonías diatónicas. Otras
veces, las voces extremas pueden llevar movimiento contrario por
cromatismo, como sucede en el lied número 20 del Winterreise, Der Wegweiser. -
Empleo conjunto de
las tónicas mayor y menor. Gran importancia expresiva otorgada a ambas. -
Bajos omitidos. -
Resolución sincopada
de las voces de los acompañamientos. -
Texturas homofónicas
(duplicación de la melodía en las voces internas). -
Acordes de quinta
disminuida. Se emplean en los instantes de máxima tensión, pero también
pueden aparecer empleos más novedosos. El lied Die Stadt,
undécimo del Schwanengesang,
comienza con un acorde de séptima disminuida. -
Modulaciones
repentinas o abruptas. Ya hemos comentado la importancia del cambio de
modo mayor a menor, como sucede en el lied 5 del ciclo Winterreise,
Der Lindenbaum, pero no menos
importantes son las modulaciones a tonalidades lejanas o inesperadas, con
escasa preparación, como sucede en el séptimo lied de este mismo ciclo, Auf
dem flusse. -
Finales abiertos.
Esto no sucede solamente como final de secciones o estrofas, sino como
final de algunos lieder, que no terminan en la tónica. Algunos pueden
enlazar con el comienzo del siguiente lied del ciclo, pero otros,
simplemente, plantean esta inestabilidad armónica como cierre. El acorde
final del lied Die
Stadt es una dominante disminuida que
puede pertenecer, además, a cinco tonalidades diferentes. -
Repetición de núcleos
armónicos o melódicos o de ambos tipos a distancia de semitono
ascendente, para dar una nueva brillantez a ese fragmento. Si esto mismo
se plantea a distancia de semitono descendente, dará un tono más sombrío
al mismo fragmento. El tratamiento de la dinámica y agógica:Entramos
en un terreno bastante delicado. Ambos recursos se ponen a disposición de
la narración, por entero. Si bien no todos los lieder cuentan una
historia, todos ellos requieren un mínimo de puesta en escena, pues se
refieren, cuando menos, a un personaje. Las
variaciones dinámicas son de gran importancia, muy especialmente, por
ejemplo, cuando el lied tiene una estructura muy cerrada, estrófica.
Podemos poner como ejemplo el primer lied de Die Schöne Mullerin, Das
Wandern: cuando se
repiten las palabras Das Wandern, Das Wandern, o en las siguientes
estrofas Die Räder, Die Räder, o Die Steine, Die Steine, se consigue la
variedad mediante el contraste dinámico forte-piano. Puede
ser que las ausencias de notación sean tan sugerentes como las propias
anotaciones. Por ejemplo, el primer lied del ciclo Winterreise, Gute Nacht,
por ejemplo, tienen anotadas unas lacónicas pero importantísimas
referencias dinámicas:
p (línea introductoria del
piano)
Pp (línea del canto, primera estrofa)
Pp (línea del canto, segunda estrofa)
Ninguna indicación de matiz para el inicio de la tercera estrofa.
Pp (línea del canto, dos últimos versos de la tercera estrofa.
Pp (línea del canto, cuarta estrofa, que está en modo mayor). En
la estrofa en la que no aparece una nueva indicación dinámica, Schubert
quiere algo diferente, que deja a la elección del cantante. Sólo le da
una pista: las resoluciones cadenciales de la línea melódica ha subido
una tercera. Todos los cantantes optan por aumentar la intensidad incluso
hasta un mf, para crear un contraste en medio de la estrofa, motivado
también por el texto: [...] Was
soll ich länger weilen,
¿Tengo que esperar tanto DaB
man mich trieb hinaus?
Hasta que me echen? LaB
irre Hunde heulen aúllen
perros locos Von
Ihres Herren Haus;
ante las casas de sus amos; Die
Liebe liebt das Wandern-
al amor le gusta caminar... [...] En
el cambio del cuarto al quinto verso, con la mención a la palabra Liebe
(amor), surge el pianissimo. Un
elemento característico de la música del siglo XIX, que aún será más
destacado décadas más adelante[4]
lo encontramos en la exageración dinámica: Schubert puede crear una
transición desde extremas distancias dinámicas (pp y fff, por ejemplo)
en apenas tres compases. Puede crear transiciones, pero también
contrastes importantes. Respetarlos es una garantía para el intérprete. Los
tempi indicados deben respetarse necesariamente. Aunque en ocasiones se
cree una dialéctica entre el carácter expresado por el poema y el tiempo
anotado en el lied, nunca existe una contradicción. Sin duda existen
diferentes allegros y diferentes largos en Schubert. Comprender el número
exacto de pulsaciones por minuto que puede implicar cada uno de ellos debe
ser una cuidadosa tarea de los músicos: interpretaciones maravillosas de
un mismo lied pueden tener diferencias muy importantes de tempo. Las
anotaciones de tiempo de duración más corta, como acellerandos o
ritardandos, siempre tienen una conexión con el texto. Se puede crear
sensación de aceleración o rallentando mediante la disminución o
aumentación de valores, con contrastes binario-termario, cambios de compás
etc, siempre con coherencia textual. La intuición musical de Schubert
consigue así que los hechos reales tengan su reflejo en la música, pese
a que se trate de un arte abstracto. De este modo puede semantizarse la
escritura musical. Incluyo
un pequeño apartado relativo a los acentos vocales e instrumentales que
pueden aparecer, ordenados del más suave al más forte:
<
<
< fp
fp
fzp
fzp
fz
fz Habitualmente,
los matices de expresión de corta duración están confiados al acompañamiento.
.........................................................................................................
En la introducción del libro Vacas, Cerdos, Guerras y Brujas de Marvin Harris aparece una frase cuyo sentido podemos
resumir así, porque no recuerdo la cita exacta: "la investigación
es como una bolsa de patatas fritas: uno insiste en seguir comiendo hasta
terminar con toda la bolsa. Un especialista es aquel que aspira a
investigar la misma patata frita durante el resto de su vida". Mi
investigación se está convirtiendo en algo parecido: cada punto de los
escritos (acompañamiento, armonía, dinámica en los lieder) podría ser
objeto de una tesis doctoral e ir acompañado de miles de ejemplos
pertinentes. Sin embargo, tampoco se agotan los nuevos temas. ¿Qué
conclusión debo adoptar, seguir sacando patatas de la bolsa, o ponerlas
bajo el microscopio? Esto explica la irregularidad de los fragmentos
precedentes: en ocasiones, efectivamente, he ampliado los temas, otras
veces me he limitado a citarlos. Mi irregular proceso continuará en los
meses precedentes, porque cada lied, cada frase, merece un estudio
detalladísimo, que no siempre es posible efectuar.
En vez de referencia bibliográfica, hoy quiero aportar una referencia de
internet. En la página www.gopera.com/quasthoff
es posible encontrar un par de versiones en mp3 de lieder de Schubert, una
en directo y la otra procedente de un disco. Ambas son de Thomas
Quasthoff, acompañado por dos pianistas diferentes, Charles Spencer y
Justus Zeyen. Invito a nuestros lectores a comparar lo diferentes que
suenan estos lieder, según se efectúa el acompañamiento, incluso tratándose
del mismo cantante. [1] Comentar tan superficialmente las formas de lied me deja con la inquietud de no haber ofrecido al lector una referencia más práctica y útil para el análisis. Fischer Dieskau analiza más profundamente estas formas en sus dos libros. [2] Algunos estudiosos hablan de una forma diferente por cada poema, y probablemente están en lo cierto. Normalmente, los autores tienden a diferenciar entre cuatro y siete posibilidades formales, que he tratado de englobar en tres, para evitar más complicaciones terminológicas. [3] La dificultad de ejecución de algunos de los lieder puede equipararse a la de muchas obras de la literatura pianística a solo. Sin duda, estas octavas durante cuatro de las estrofas textuales de Earlkönig es uno de los grandes retos de un buen acompañante del canto. Medio en serio, medio en broma, puede decirse que no hay duda de que la tensión que requiere este lied se produce inmediatamente, tanto física como psicológicamente, en el propio pianista, antes incluso de que el lied haya comenzado. [4] Y en la obra de compositores bastante más exagerados, como es el caso de Franz Liszt, que puede cambiar de ppp a fff en el espacio de medio compás.
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