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NUEVO Y ESPERADO GIULIO CESARE
Por Ignacio
Deleyto Alcalá. Lee su
Curriculum.
Handel vuelve a cobrar máximo protagonismo con este registro a cargo del
inquieto Marc Minkowski que parece el niño mimado de la Deutsche
Grammophon. Así como a otros les fallan los proyectos discográficos, por
lo general cada vez más difíciles de llevar a cabo, Minkowski parece tener
luz verde en el sello amarillo para sacar al mercado discos que ya no sólo
cubren su parcela barroca sino que también se extienden a otros
repertorios [1].
Minkowski, que había grabado extensamente para Erato, fue fichado por DG a
mediados de los noventa para hacer repertorio barroco francés y así poder
competir con William Christie en un terreno en el que sello alemán nunca
había sobresalido. Después de que DG prescindiera inesperadamente de los
servicios de Trevor Pinnock y con John Eliot Gardiner metido a otras
cosas, ambos auténticos valedores del Handel historicista de la
discográfica, pronto llegaron también las oportunidades en Handel para el
joven francés refrendadas por su amplio currículo handeliano [2].
Era cuestión de tiempo que Minkowski y Archiv abordaran el Giulio
Cesare, una obra que incompresiblemente no figuraba en el catálogo
alemán [3]. Como alguno recordará, la grabación fue anunciada con mucha
antelación lo cual creó ansiedad entre los aficionados. Minkowski paseó la
obra por media Europa, no siempre con los mismos artistas, antes de
grabarla en vivo en Viena el pasado año en coproducción con la ORF
austriaca [4].
No será necesario que enumeremos las virtudes de este elaborado drama
musical compuesto en 1724 que habla de amor, celos e intrigas políticas
con personajes históricos tan conocidos como el emperador romano, "Julio
César" y la bella y seductora "Cleopatra", reina de Egipto. Baste decir
que es la ópera más famosa de Handel, la que más se ha representado desde
la recuperación de su obra escénica el pasado siglo, la que más
grabaciones ha conseguido tanto en vivo como en estudio y la que, al
contrario de muchas otras óperas barrocas, puede funcionar escénicamente
si se cuenta con una producción que no la ridiculice [5]. Desde un punto
de vista musical es gloriosa. Posiblemente por ello sea la ópera de Handel
con el mayor número de arias famosas. Con ella el sajón aporta una prueba
palmaria de que ha sido uno de los grandes creadores para la voz.
Pasemos ya al comentario de la nueva interpretación sin perder de vista la
otra gran versión existente, la de René Jacobs (HM 1991), considerada por
muchos la mejor grabación operística de Handel. Minkowski es amigo de las
originalidades (cualquiera que le haya visto dirigir sabrá a lo que nos
referimos). Sin embargo, este Giulio Cesare está por lo general
desprovisto de tales atributos aunque Minkowski siempre arriesga (tempi
rápidos, amplio espectro dinámico, etc) y, en este caso, además acierta. A
veces se echa en falta algo más de garra como en el “Va Tacito”, donde
elige un acertado tempo rápido pero no transmite la intencionalidad del
texto (tampoco Jacobs lo consigue).
Minkowski sabe crear tensión y
atmósfera como en “Alma del gran Pompeo” (que suena más moderno de lo
habitual) pero también sabe sumergirse en el hedonismo de las melodías
handelianas como en el duetto final -una auténtica gozada para los
sentidos- donde a pesar de su rápido tempo no hay sensación de
atropellamiento. Además, dota a la obra de continuidad –algo esencial en
ópera- sin olvidar la importancia puntual de algunas arias o acompañados
en el desarrollo de la historia, y de este modo, mantiene la tensión
dramática en todo momento. Les Musiciens du Louvre parecen pasar por un
momento de gracia porque pocas orquestas barrocas han sonado en Handel
como lo hacen ellos en esta grabación.
Como en su momento hizo René Jacobs, el director francés ha elegido una
voz femenina para el papel protagonista encarnado en el estreno por el
famoso castrado Senesino [6]. No es mala elección, especialmente cuando la
de Marijana Mijanovic, es una voz capaz de resolver la difícil coloratura
y reveladora de un timbre muy masculino que encaja perfectamente en el
papel del emperador romano, incluso más que el de Jennifer Larmore con
Jacobs. La joven soprano muestra todas sus virtudes en una de sus arias
más importantes “Se infiorito ameno prato” acompañada por el impagable
violín de Florian Deuter (cuyas acrobacias debieron dejar al respetable
boquiabierto) o en “Al lampo dell armi”, donde su refulgente instrumento
supera las agilidades con facilidad y trasmite con fidelidad el estado de
ánimo del personaje. Sin embargo, no es tan buena cantante como Larmore,
no tiene la seguridad de la americana y ahí queda en desventaja. Se le
agradecen, por otro lado, las originales y creativas ornamentaciones en el
da capo de “Va tacito”
Donde Minkowski aventaja a Jacobs es en su elección de "Cleopatra", el
otro papel protagonista, asignado aquí a la rutilante Magdalena Kozena. No
es que Barbara Schlick (Jacobs) no cante bien, que lo hace; su voz es
radiante, su estilo impecable, su habilidad en las ornamentaciones está
fuera de toda duda, pero su instrumento carece de la entidad y variedad
necesarias para convencer en su parte. Tampoco sale ganadora en arias que
a priori le vendrían mejor como “Venere bella” donde la checa se impone
mostrando que no sólo sabe cantar sino que también sabe interpretar.
Magdalena Kozena, mezzo metida aquí a soprano, es en nuestra opinión la
gran protagonista de este registro. Su voz es maleable y seductora, capaz
de provocar emociones, adornar con gusto y belleza y componer una "Cleopatra"
psicológicamente compleja. Aunque todas sus intervenciones son
extraordinarias, destacaremos su sentida interpretación de “Se pietá di me
non senti” [7]. Todo hay que decirlo, en la famosísima “V’adoro pupille”,
suena algo distante, como en un sueño. ¿Habrá sido intencionado?
Contar con Anne Sofie von Otter para el papel de "Sesto" es todo un lujo.
Aunque Jacobs, como prescribe Handel, elija a una soprano para la parte,
la verdad es que no hay comparación entre las dos solistas. La mezzo ha
recibido duras críticas en los últimos tiempos. En Handel, sin embargo,
sigue siendo una gran cantante. Desde aquí sólo podemos recomendar la
audición y disfrute de todos los claroscuros que muestra, por ejemplo, en
su “Cara speme, questo core”, una interpretación en mayúsculas.
Bernarda Fink (Jacobs) es preferible a Charlotte Hellekant que no
desentona con el resto aunque a veces muestra un vibrato poco educado como
en su primera aria en la que a uno le cuesta llegar al final. Por el
contrario, Alan Ewing, sin ser tampoco excepcional, representa bien la voz
de bajo handeliano. En “Al fulgor di questa spada” (cuyo comienzo Handel
luego adaptaría para “There, from mortal cares retiring” de Semele),
Minkowski consigue que suene desafiante, casi se puede “ver” el centellear
de la espada en las figuraciones de la cuerda, muy lejos de la amabilidad
de un Jacobs.
Entre Bejun Mehta, sobrino al
parecer del conocido director de orquesta, y Derek Lee Ragin en el papel
de “malo” la elección es difícil. Puede que Ragin sirva mejor al drama, es
mejor cantante-actor, pero Mehta, salvo algunas dificultades en el
registro grave, confirma con su magnífica interpretación lo cotizado que
está actualmente. Además, Minkowski generalmente gana en la expresión del
aria (“L’empio, sleale”).
Con un sólido reparto la nueva versión de Minkowski es dramáticamente
impactante y posee innumerables atractivos. No es cuestión de dejar a un
lado la de Jacobs, una lectura que ha marcado historia en la
interpretación de Handel y especialmente ahora que Harmonia Mundi la
reedita a precio medio por primera vez, pero la fuerte personalidad de
Minkowski dota a la obra de mayor carácter y fuerza dramática. La
grabación tiene algunos extraños ruidos provocados quizás por el directo
pero está a la altura de lo que se espera hoy en día. Buena presentación
que aporta interesantes artículos redactados por tres diferentes
especialistas en Handel. En definitiva, un lanzamiento irresistible y
obligatorio.
Notas:
[1] Paralelamente a este Giulio Cesare, DG publica su versión de la
Symphonie Fantastique de Berlioz.
[2] Sorprendente que Minkowski irrumpiera con otro Mesías poco
después de la cacareada lectura de McCreesh, quien supuestamente había
recogido el testigo de Pinnock. Éste último había grabado a finales de los
ochenta una versión excepcional que todavía hoy sigue en catálogo a precio
alto. En 1997 y con gran pompa, se anunció el Mesías de McCreesh,
por él mismo denominado “Un Mesías para el Milenio”. Poco después y
contra todo pronóstico, Minkowski consiguió sacar su provocadora versión
aunque en un principio sólo saliera un disco de extractos (¡!).
Consecuencia, actualmente tres versiones historicistas de la obra en el
catálogo alemán y las tres, como no, a precio alto. Tanto, tanto de una
obra y tan poco de otras. Archiv no tiene, por ejemplo, representación de
L’Allegro, Israel in Egypt o Judas Maccabeus (la de
Mackerras tiene ya 25 años...) y en ópera, pues, ni Orlando ni
Rodelinda ni Ottone ni Xerxes.
[3] DG publicó en 1970 la primera versión completa en estudio bajo la
dirección de Karl Richter con un reparto encabezado por Dietrich Fischer-Dieskau,
Tatiana Troyanos, Franz Crass y Peter Schreier. Nunca ha visto la luz en
disco compacto y a tenor de cómo sopla el viento en las discográficas
desde hace años nos podemos imaginar porqué.
[4] En España se dejaron ver en la Catedral de Valladolid el año pasado
(21 de Noviembre de 2002) con un reparto bastante diferente al que aparece
en la ficha de esta grabación. Flavio Oliver (Giulio Cesare), Danielle de
Niese (Cleopatra), Joyce diDonato (Sesto), Charlotte Hellekant (Cornelia),
Bejun Mehta (Tolomeo), Alan Ewing (Achilla). La mayor sorpresa, el papel
protagonista dado a un contratenor.
[5] Giulio Cesare ha atraído a todo tipo de cantantes y no sólo a
los historicistas: Beverly Sills, Renata Tebaldi o Montserrat Caballé han
puesto voz a su música. La obra ha tenido abundantes producciones en los
últimos años. Por ceñirnos a nuestro país, en menos de dos años ha habido
representaciones de este título en, al menos, cuatro ciudades: Oviedo,
Bilbao, Madrid y Barcelona (¡la del cocodrilo!).
[6] Decca ha anunciado ya una nueva versión de esta ópera con Andreas
Scholl en el papel protagonista. La dirección correrá a cargo de
Christopher Hogwood.
[7] Se lo crean o no, la partitura no está completa en esta grabación.
Falta una de las arias más famosas de Cleopatra, “Tu la mia stella”.
Descartadas razones de espacio pues el tercer disco sólo dura 63’, sólo
quedan razones de tesitura aunque Kozena sí canta “Da Tempeste” que es más
aguda. Tampoco parece que eliminar una aria acorte excesivamente la ópera
en vivo. Sea lo que fuere, no haber avisado de tal laguna en el libreto
parece un verdadero despropósito para un sello del prestigio de Archiv.
Recordemos que Jacobs en HM no sólo presenta la partitura completa sino
que añade una versión alternativa a una de las arias.
REFERENCIAS:
G. F. HANDEL: Giulio Cesare, HWV 17.
Marijana Mijanovic, Magdalena Kozena, Anne Sofie von Otter, Charlotte
Hellekant, Bejun Mehta, Alan Ewing, Pascal Bertin, Jean-Michael Ankaoua.
Marc Minkowski, director. ARCHIV 474 210-2. 3 CDs.
Página web de interés:
http://www.deutschegrammophon.com/special/?ID=minkowski-giuliocesare
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