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LA HISTORIA OÍDA DESDE LA MÚSICA: CLEOPATRAPor Mª del Mar Gallego García. Profesora.
Cuántas cosas se saben sobre Cleopatra! Se han publicado multitud de libros, se han realizado infinidad de películas sobre esta reina egipcia, autores como Shakespeare han escrito obras literarias inspirados por esta soberana, y desde luego, se han compuesto diversas óperas recreándola… pero, ¿quién fue Cleopatra? Su historia, vista a través de las artes, nos muestra que fue la reina de Egipto más famosa. Conozcámosla mediante las óperas escritas por músicos como Emmanuel Bondeville (1.898 – 1.987), Samuel Barber (1.910 – 1.981), Reinhold Moritsevitch Glière (1.875 – 1.956), Gian Francesco Malipiero (1.882 – 1.973), Jules Émile Massenet (1.842 – 1.912) entre otros. Cleopatra, conocida por sus enemigos como "La Víbora del Nilo", fue una mujer muy bella y seductora, con unas innegables dotes políticas. Dominaba siete idiomas, siendo el único miembro de su dinastía que hablaba la lengua de sus súbditos: el egipcio, lo que le sirvió de gran ayuda a la hora de gobernar Egipto. Para ello, intentó ganarse el favor de los cortesanos poderosos. Rindió culto a los dioses egipcios proclamándose “hija del dios sol”, y entregó generosos regalos a los templos más importantes, ganándose el apoyo de los sacerdotes. Asimismo se interesó por la política internacional, sobre todo para evitar conflictos con Roma, y por la economía, facilitando las exportaciones necesarias para el bienestar de su país. Al morir su padre en el 51 a.C., Tolomeo XII Auletes, rey de Egipto, Cleopatra que contaba con 17 años y su hermano Tolomeo XIII, de unos 12, le sucedieron conjuntamente en el trono con la condición de contraer matrimonio. Cleopatra quería reinar sola, pues consideraba que su hermano era demasiado joven para gobernar Egipto, pero Tolomeo asumió el control exclusivo del gobierno en el tercer año de su reinado, empujando éste a su hermana al exilio. Al llegar César a Egipto (48 a. C.) pretendía mantener la paz y solicitó reunirse con Tolomeo y Cleopatra para alcanzar un acuerdo. La reina no confiaba en su hermano y necesitaba la protección de César. Con la ayuda de su intendente Apolodoro, a escondidas y al anochecer, llegó hasta él, quien quedó fascinado por su encanto e inteligencia; al tiempo se ganaba la confianza de Julio César convirtiéndose en su amante y apoyando su causa. Cleopatra consiguió reunir un ejército en Siria, y con la ayuda de César, en el 47 a.C., se proclamó reina de Egipto al morir Tolomeo XIII en combate. Durante nueve meses César y Cleopatra vivieron una intensa historia de amor de la que nació Cesarión. Y de esta historia es de la que se han servido ingeniosos y creativos músicos para recrear la vida de Cleopatra y su romance con Marco Antonio. Uno de los primeros músicos inspirados por esta soberana egipcia fue el compositor francés Jules Émile Massenet, que nació el 12 de mayo de 1.842 en Montaud (Loira, Francia). Su madre lo inició en el mundo del piano, cursando posteriormente sus estudios en el Conservatorio de París, recibiendo lecciones de dicho instrumento de Adolphe Laurent, armonía con Henri Reber y composición con Ambroise Thomas; obtuvo en 1.863 el Gran Premio de Roma de composición con la cantata “David Rizzio”. En 1.877 se representa su obra “Le roi de Lahore”, que le confirmaría como uno de los mejores compositores de ópera franceses de su época. Entre 1.878 y 1.894, trabajó como profesor de composición en el Conservatorio de París, teniendo como alumnos a Charpentier, Koechlin y Rabaud entre otros, aunque su popularidad se debe sobre todo a sus óperas con melodías elegantes: “Manon” (1.884), “Hérodiade” (1.881), “Le Cid” (1.885), “Werther” (1.892), “Thaïs” (1.894) con su famosa "Meditation", “Don Quichotte” (1.910), “Cléopâtre” (1.914)... Además compuso unas 200 canciones, un concierto para piano, algunas oberturas y oratorios. Las óperas de Massenet alcanzaron un rápido éxito debido a la afinidad del drama a las circunstancias de la época y a la mentalidad de la audiencia. Su lenguaje es heredero del de Gounod, con cierto conservadurismo en el plano armónico, y dejando que el peso de la obra lo lleve las extraordinarias construcciones melódicas y la textura orquestal. Lamentablemente unas obras escritas tan “ad hoc” debían caer tarde o temprano en el olvido, como así ha sucedido con las excepciones de “Thaïs” y “Werther”. El 13 de agosto de 1912 moriría en París a los 70 años de edad. Pasarían trece años desde su muerte hasta que un nuevo músico, Reinhold Moritsevitch Glière, se sintiera atraído por la historia de Cleopatra para componer otra ópera. Hasta que en 1.938 el compositor y musicólogo italiano Gian Francesco Malipiero volviera a escribir sobre ella. Malipiero, representante prominente del nuevo Barroco italiano, fue bastante prolífico como compositor orquestal y operístico original. Siendo un profesor excepcional en el Conservatorio Benedetto Marcello en Venecia y científico desde 1.939, condujo la investigación fundamental de la producción de músicos italianos como Claudio Monteverdi y Vivaldi, integrando su influencia en su música para crear un estilo muy personal. Compuso la música de óperas, de ballets clásicos, música de compartimiento... Entre sus piezas más famosas están la cantata “San Francesco d ' Assisi” (1.922), “Antonio e Cleopatra” (1.938) y la “Sinfonía no 4, en Memoriam” (1.948). Siguiendo la influencia de Cleopatra para inspirar a compositores en la creación de óperas, encontramos la música del americano Samuel Barber, construida sobre las estructuras y las sensibilidades románticas, siendo lírica, rítmica y armónica. La música de Samuel fue defendida por una gama notable de artistas, de músicos, y de conductores de renombre incluyendo Vladimir Horowitz, Martha Graham, Arturo Toscanini, Dmitri Mitropoulos, Jennie Tourel, y Eleanor Steber. Su “Antony and Cleopatra” fueron comisionados para abrir la casa de ópera metropolitana nueva en el centro de Lincoln en 1966. A menudo, Barber, confundió a los críticos: no fundó ninguna escuela, ni se dejó influenciar por ningún estilo... Se distinguió por la magnífica consonancia que tenía lo que componía. Su énfasis melódico condujo a ciertos críticos a etiquetarlo "neo-Romántico", aunque casi nada de lo que escribió se hubiera podido producir en la era romántica. Las armonías eran demasiado complejas y, a veces, extremadamente disonantes y la orquestación era generalmente experimental; aunque dicho experimento siempre tenía éxito. Sin embargo, Barber no publicó todo lo que compuso; por ejemplo de sus más de 100 piezas musicales sólo publicó 38. Su ópera “Antony and Cleopatra”, creada para inaugurar su casa nueva en el centro de Lincoln, tuvo una producción que ocasionó la furia del ataque crítico y de la que no se pudo recuperar. Samuel continuó componiendo, pero muy esporádico, y revisando “Antony” . Por último, mencionar al compositor francés Emmanuel Bondeville (1.898 – 1.987) que también creó la ópera “Antoine et Cléopâtre” en 1.972. Bondeville estudió con el organista de la catedral de Rouen, su ciudad natal, y más adelante en el conservatorio de París donde fue particularmente fructuosa su amistad con Dupré. Fue el director de la estación de radio en la torre de Eiffel y el director de la música del RTF. Además, se convirtió en el director de la Ópera de París entre 1.952 – 1.970. Sus trabajos incluyen las óperas para el Opéra Comique (“Madame Bovary”, 1951), la ópera “Antoine et Cléopâtre” (1.972), tan bien como trabajos para piano y poemas sinfónicos, en una lengua musical siempre tradicional pero al mismo tiempo con una vivacidad honesta, distinguida del tiempo. En 1959, fue elegido miembro de la academia de las escuelas del arte de las cuales obtuvo la secretaría perpetua en 1964, hasta convertirse en secretario de honor en 1986. Emmanuel Bondeville fue, asimismo, comandante de la legión de honor y de las artes y las letras, oficial de la orden nacional del mérito y cruz militar entre 1.914 – 1.918. Moriría en París el 26 de noviembre de 1.987. Haciendo balance de la vida de Cleopatra VII, resaltamos que fue la única de su dinastía que llegó a hablar la lengua egipcia e intentó un nacionalismo de base amplia, aunque la derrota ante los romanos frustró sus aspiraciones, convirtiéndose la tierra de los faraones en una provincia romana con un estatuto especial. La figura de esta gran egipcia ha sabido traspasar los límites de los papiros, pudiéndosela ver acompañando a “Astérix y Obélix”, aparece en juegos de ordenador y en multitud de producciones cinematográficas. Autores como Shakespeare y músicos y compositores como Massenet, Bondeville, Barber... se han sentido atraídos por su vida para hacérnosla llegar con sus creaciones hasta nuestros días.
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