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REVISANDO A LISZT
Por
Justino
Losada Gómez
Estamos ante un
disco del que lo mínimo que podemos decir es Nos sorprende de nuevo el
sello húngaro BMC con grabaciones nada esperadas, creando por tanto
expectación ante lo que estas contienen. Aquí tenemos algunas de las
últimas obras de Ferenc Liszt, pero no en su versión original para piano,
sino orquestadas y dirigidas por un mismo músico, el compositor y director
transilvano György Selmeczi.
La etapa musical más oscura del compositor magiar corresponde a sus
últimos años de vida (1881 - 1885) cuando se dedica a experimentar y a
trazar esbozos de lo que el siglo XX traería. No nos olvidemos del
extraordinario cromatismo que consigue en obras como Nuages Gris
del año 1881 adelantándose a Debussy. Cierto es que esta parte de su
catálogo fue literalmente ignorada hasta que otros compositores se
interesaran por él ya en el siglo XX, como su compatriota Bela Bartók o
Arnold Schöenberg. De hecho algunos de los valses y las dos czardas aquí
grabadas se editaron en sus últimos años de vida, pero la suite
Hungarian historical portraits no se editó, hasta ¡1955!, setenta
años después de la muerte del compositor.
La primera pieza que nos encontramos, es quizá una de sus obras más
famosas de este último período: Czardas Obstiné es una de esas
rutilantes e irónicas piezas para piano que rozan la extravagancia y la
sombra demoníaca que rodeaba al compositor de La lúgubre góndola como un
virtuoso consumado. Sus referencias al folklore autóctono de su tierra son
bien claras sobre todo en forma de la danza húngara más exportada, la
czarda. Selmeczi se fija bien en el detalle folklórico de la pieza y la
orquestación detalla tímbricas de alto contraste, además de usar
instrumentos propios de la música gitana como el cimbalón, con el que ya
contara Ferenc Liszt al orquestar su 3ª Rapsodia Húngara. Si las
orquestaciones de Selmeczi distan de la brillantez y virtuosismo del
compositor, sin embargo bajo una sólida corrección prefiere una estructura
en bloques instrumentales, más nítida, pero menos compleja.
Le siguen los Quatre Valses Oubliées, que Liszt compusiera de
manera irregular. Es curioso que a pesar de los experimentos que realizaba
el compositor entonces, estos valses parecen más bien una mirada al
pasado, a su juventud en París y a los salones de baile. Pero resulta
igualmente interesante que dejara estos como piezas inconclusas, dejando
"en el aire" por así decirlo, una serie de ideas sobre el desarrollo de
las obras, siendo más propio de una evocación del pasado que de una forma
de componer como la de entonces. Aquí nuestro orquestador e intérprete se
fija en aportar una visión más cercana a los valses de los ballets de
Tchaikovsky, que a un vals más accesible y bailable en los salones. A
veces incluso parecen "valses de concierto", simple música para deleite
auditivo.
La obra más interesante del disco, junto a las czardas, es según mi
opinión, la suite Hungarian historical portraits dividida en
siete números dedicados a personalidades húngaras coetáneas de Liszt. Los
"retratos" en sí corresponden más bien a homenajes que a descripciones
fisonómicas de los dedicatarios. La nobleza de la música trata por igual
al ingeniero Istvàn Széchenyi, al político József Eötvos, al poeta Mihály
Vörösmarty, amigo personal de Liszt; al Conde Laszlo Teleki, político de
profesión; al poeta revolucionario Sandor Petöfi y al compositor romántico
húngaro, Mihaly Mosonyi. La orquestación de Selmeczi gira acertadamente en
torno al carácter de esta música repleta de majestuosidad y basada en
aires de marcha, donde los metales resultan generosos y la cuerda
corresponde a un papel más lírico que melódico.
El disco cierra con una obra pareja a la de apertura, las Czardas
Macabre que junto con la primera son las obras más conocidas del
disco. Aquí se vuelve a repetir el carácter irónico de las Czardas
Obstineé pero el frenetismo es mayor y con ello el irónico sentido
diabólico que giraba en torno al don de Liszt. Selmeczi orquesta de manera
poco oscura centrándose en el mensaje folklórico y volviendo a la
estructura en bloques del comienzo ofreciendo una alta gama de contrastes
tímbricos.
En definitiva, este disco recoge un grupo de obras no demasiado
interpretadas en su versión original y por supuesto nunca vistas en su
versión orquestal. Si bien las orquestaciones son precisas, mostrando las
diferentes secciones de la orquesta con clara nitidez, carecen del estilo
propio de Liszt y del virtuosismo y detalles de sus orquestaciones. Por
otro lado la excelente técnica de la Camerata Transilvánica así como el
buen sentido agógico del director, György Selmeczi consiguen la atmósfera
idiomática de la música con claro sentido autóctono, por lo cual el
resultado es satisfactorio, pero indicado sobre todo a seguidores del
compositor de las Rapsodias húngaras. El disco viene acompañado
de notas escritas en inglés y húngaro por Andras Batta.
REFERENCIAS:
LISZT - LATE WORKS
Orchestrated and conducted by György Scelmeczi.
Camerata Transsylvanica.
BMC CD 060.
Distribuidor en España: DIVERDI
Página web:
www.diverdi.com
e-mail:
diverdi@diverdi.com
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